jueves, 28 de octubre de 2010
El té verde no ayuda en la prevención del cáncer de mama
El té verde no ayuda en la prevención del cáncer de mama.
No puede demostrarse ninguna asociación entre la ingesta de té verde y el riesgo de cáncer de mama, según un estudio realizado en 54.000 mujeres y publicado en la revista Breast Cancer Research.
Motoki Iwasaki, del Centro Nacional de Cáncer en Tokio (Japón), quien trabajó con un equipo de investigadores en el estudio, afirma: "Aunque estudios realizados con animales e in vitro sugieren los efectos benéficos del té verde contra el cáncer de mama, los llevados a cabo con humanos son inconcluyentes".
La investigación realizada es la primera a gran escala en incluir una amplia gama de consumo de té. No se encontró relación entre la ingesta y el riesgo de cáncer, ni entre las mujeres que bebieron menos de una taza a la semana, ni en las que tomaron 10 al día.
Se realizó el seguimiento del consumo de té mediante un cuestionario al principio del estudio y otro al final, cinco años después. La incidencia del cáncer fue valorada gracias a la información suministrada por los hospitales locales del área de estudio y por los registros de la población sobre la enfermedad.
Aproximadamente, un 12 por ciento de las mujeres bebieron menos de una taza a la semana, mientras un 27 por ciento tomaron cinco o más cada día. En relación con el sondeo, Iwasaki ha dicho: "Una de las bazas del estudio era su diseño de cara al futuro, pues la información era recogida antes del diagnóstico posterior del cáncer de mama, evitando así tener que basarse en la poca fiabilidad de la memoria, como casi todas las investigaciones".
Beber té verde, sin importar la clase o la cantidad, no reduce el riesgo de este cáncer.
diario medico
miércoles, 27 de octubre de 2010
Los genes SIPA1, BRD4 y p1B, ligados a metástasis en mama
Kent W. Hunter, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, ha participado en el simposio Fronteras en la progresión tumoral, celebrado en Madrid. A su juicio, además de las mutaciones somáticas, los factores heredados ganan peso.
Asegura que, en cierto modo, es posible predecir este proceso: "Se puede anticipar la probabilidad de que aparezca, aunque no es posible saber directamente si se producirá". Recuerda que en cáncer "nunca hay un cien por cien absoluto" y apunta hacia el "análisis a fondo" del tumor primario cómo método predictor de un mayor o menor riesgo.
Las causas para la metástasis no son únicas: "Hay factores heredados implicados que predisponen en cáncer de mama, mientras que el microentorno del tumor primario es también algo fundamental". La implicación de las mutaciones somáticas es más evidente, "pero hay más".
¿Sólo en metástasis? Su equipo ha identificado varios genes ligados al proceso en cáncer de mama, entre ellos SIPA1 y BRD4 y p1B, que interactúan con los dos primeros. BRD4 está relacionado con un tipo de tumor especialmente complicado que resulta de una traslocación genética muy específica. Hunter explica que, hasta donde han podido averiguar, se trata de genes que no parecen tener relación con el desarrollo del tumor primario.
Por el momento no es posible saber si los genes ligados a la metástasis en cáncer de mama están también vinculados con metástasis en otro tipo de tumores: "Es una de las grandes preguntas del momento, pero quizá es todo lo que podemos decir por el momento".
lunes, 25 de octubre de 2010
Las lesiones preinvasivas de mama abren dilemas
Cada vez se detectan más lesiones preinvasivas de mama gracias a la eficacia los programas de cribado, pero de momento no es posible evaluar el riesgo ya que no existen marcadores predictores de su evolución.
Trastuzumab más QT en primera línea para mama
La principal investigadora de este trabajo, Edith Pérez, de la Clínica Mayo, en Florida, ha explicado los resultados del primer ensayo randomizado de trastuzumab, un anticuerpo monoclonal que se dirige a las células que sobreproducen la proteína HER2, en combinación con DM1, un tipo de quimioterapia que va dirigida hacia los microtúbulos. "La combinación T-DM1 resulta eficaz como terapia en primera línea en cáncer de mama metastásica, mostrando una buena actividad antitumoral, así como una toxicidad mucho más baja cuando fue comparada con el estándar terapéutico", ha señalado Pérez.
Los investigadores asignaron de forma randomizada a 137 mujeres con cáncer HER2 positivo metastásico a recibir tratamiento con trastuzumab más la quimioterapia docetaxel o T-DM1. Tras seis meses de seguimiento, los autores hallaron una tasa de respuesta total del 48 por ciento en las pacientes a las que se les administró T-DM1, en comparación con el 41 por ciento en el brazo de trastuzumab más docetaxel.
Además, las tasas de efectos adversos fueron significativamente más bajas en el brazo de T-DM1 en comparación con la tasa de estos efectos en las mujeres del brazo del anticuerpo monoclonal más docetaxel.
Añadir cetuximab a la QT mejora el triple negativo
Dichos resultados suponen la primera prueba de que dirigirse al receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) puede aportar beneficios clínicos en mujeres con cáncer de mama triple negativo. Se trata de un ensayo en fase II en el que se añade cetuximab a la quimioterapia basada en cisplatino.
La respuesta es dos veces mejor con esta opción, en comparación con la quimioterapia en solitario, según se ha visto sobre 173 mujeres que habían sido tratadas previamente con diversas opciones terapéuticas.
Baselga, director asociado del Centro Oncológico del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, ha explicado que hasta el momento el EGFR no se había vinculado con mejoras significativas en mujeres que no expresan receptores de estrógenos, progestágenos y HER2. En el ensayo, las mujeres, afectadas de cáncer metastásico, recibieron cetuximab (400 mg/m3 como dosis inicial, seguida de 250 mg/m3 de forma semanal) más seis ciclos semanales de cisplatino. Los resultados se compararon con el cisplatino en solitario.
La mejor tasa de respuesta -del 20 por ciento- se observó en el grupo de la combinación terapéutica. Esta cifra dobla la lograda con la quimioterapia (10,3 por ciento). Además, la adición de cetuximab también duplicó la mediana de supervivencia libre de progresión: de los 1,5 meses que permite la quimioterapia se ha pasado a 3,7 meses.
Además del ámbito terapéutico, el hallazgo se relaciona con la biología molecular del cáncer, ya que se sugiere que el EGFR puede tener un papel en la progresión del cáncer de mama triple negativo.
Amamantar tras el cáncer
Las mujeres que han superado un cáncer de mama no deberían tener prohibido amamantar a sus hijos, según ha señalado en el congreso de ESMO un equipo de investigadores del Instituto Jules Bordet, de Bruselas. A su juicio, la recomendación de no dar el pecho no se basa en evidencias científicas. Tras estudiar las recurrencias en un grupo de veinte mujeres, han apuntado que sólo aparecieron dos relapsos, uno en el grupo que amamantó a sus hijos y otro en el que no.
Un solo biomarcador para cáncer de mama triple negativo
La expresión de la proteína del receptor 1 del factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1R, en inglés) fue evaluada mediante inmunohistoquímica y el número de copias génicas de IGF-1R fue evaluado mediante hibridación cromogénica in situ.
RANKL participa en el inicio del tumor de mama
Los científicos iniciaron esta investigación a partir de otros estudios: por un lado, como explica González, primera autora de este trabajo junto con Allison Jacob, "el papel de las proteínas RANK estaba muy bien establecido en la remodelación ósea y en las metástasis óseas, y también se daban los hechos de que la expresión de RANK se detecta en células tumorales de mama y de la alta incidencia de metástasis óseas observada en el cáncer de mama. Además, en condiciones fisiológicas normales existe una correlación entre la activación de esta vía en mama y en hueso. Todo ello nos hizo sospechar que la desregulación de esta vía podría explicar la alta incidencia de metástasis óseas en los tumores de mama". Por otro lado, en 2000 se publicó un trabajo, también en conexión con un centro de investigación de Amgen en Toronto, donde se demostraba que animales que carecían de estas proteínas presentaban un defecto en la glándula mamaria.
La molécula se podría utilizar en el cáncer de mama; de hecho, Amgen ya ha iniciado a tenor de este trabajo y de otras evidencias ensayos con denosumab en adyuvancia sobre pacientes con cáncer de mama sin metástasis con alto riesgo de recidiva.
Las conclusiones del artículo que encabeza Eva González Suárez coinciden con las obtenidas por otro grupo, dirigido por Josef Penninger, de la Academia de Ciencias Austriaca, en Viena, y que aparecen también en Nature.
El equipo de González en el Idibell continuará con esta línea de investigación sobre RANK y RANKL en el desarrollo mamario y su implicación en la iniciación y la progresión tumoral y la metástasis, en busca de nuevas estrategias terapéuticas.(Nature DOI: 10.1038/ nature09495/DOI: 10.1038/ nature09387).
investigación realizada en Noruega sobre mamografía
Las mamografías no tienen tantos beneficios
Las mamografías tienen menos beneficios de los que se consideraban hasta la actualidad.
Una investigación realizada en Noruega revela que las mujeres de entre 50 y 60 años que se realizan mamografías anualmente reducen el riesgo de muerte por cáncer de mama un diez por ciento respecto a aquellas que no se han hecho las pruebas. La investigación se publica hoy en New England Journal of Medicine.
Este beneficio es muy inferior al que estimaba el Servicio Preventivo de Estados Unidos, que afirmaba que las mamografías reducen la mortalidad por cáncer entre un 15 y un 23 por ciento.
En esta investigación, los científicos han tratado de determinar si el descenso de mortalidad por la patología ha sido debido a las pruebas o los tratamientos.
Para el estudio, los especialistas dividieron a las participantes en dos grupos de las mismas características y sólo realizaron las pruebas a uno ellos. Entre 1996 y 2005 los fallecimientos por cáncer de mama disminuyeron un 28 por ciento y sólo se redujo un 18 por ciento en las mujeres que no se realizaron las pruebas.
Estos resultados sugieren que los facultativos deben ser más realistas respecto a la efectividad de las mamografías puesto que sólo hay una diferencia del diez por ciento respecto al grupo de participantes que se realizaron la prueba.
"La mayoría de las personas no entienden los riesgos de las mamografías", afirma H. Gilbert Welch, de la facultad de Medicina de Dartmouth, en Hanover (Estados Unidos). "En ocasiones las pruebas detectan tumores que no son una amenaza y aproximadamente 5 de cada 15 mujeres reciben tratamientos innecesarios".
Alargar la terapia adyuvante reduce las recidivas en mama
La eficacia de la terapia adyuvante con tamoxifeno en el cáncer de mama parece aumentar con el tiempo, según sugieren los resultados de un estudio que demuestra que las pacientes con los receptores de estrógenos positivos tienen menos recaídas con esta terapia a diez años.
La terapia adyuvante con tamoxifeno a diez años reduce hasta en un 10 por ciento el riesgo de recidivas locales en las pacientes con cáncer de mama que tienen los receptores de estrógenos positivos, según los resultados del estudio Atlas, que han sido presentados en el XXIX Congreso de la Sociedad Europea de Radiología Terapéutica y Oncología (Estro), que se celebra estos días en Barcelona.
El trabajo, realizado por Christina Davies, de la Unidad de Ensayos Clínicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), recoge datos de 11.607 mujeres de 38 países con cáncer de mama en estadios iniciales y ha demostrado que la prolongación de este tratamiento más allá de los cinco años, que actualmente se considera la indicación estándar, reduce la recurrencia de las recaídas.
Aumento paulatinoJean Bourhis, presidente de la Estro y copresidente de la presente edición de esta reunión científica, ha recordado que hace unos años la indicación de esta terapia adyuvante era de un año y posteriormente se alargó a tres años. Más tarde, los resultados publicados en la revista The Lancet en 2005 demostraron que mantener el tratamiento durante cinco años mejoraba los resultados. Ahora, este trabajo sugiere que duplicar el tiempo es aún mejor; no obstante, se trata de los primeros resultados en esta dirección, por lo que serán necesarios nuevos estudios para validar la teoría y para analizar los efectos netos que tiene esta alternativa terapéutica sobre la mortalidad de las pacientes.
"La terapia con tamoxifeno se indicaba a un año, después se extendió a tres, luego a cinco y ahora se demuestra que a diez la eficacia aumenta ".
Además, sería muy útil poder identificar algunos biomarcadores que ayuden a detectar a las pacientes que tienen los receptores de estrógenos positivos, que son las más propensas a beneficiarse de la prolongación del tratamiento.
Líneas futurasPor otra parte, Bourhis ha comentado que los avances tecnológicos que se han alcanzado en la última década han revolucionado la precisión en la aplicación de la radioterapia. "Estamos presenciando el gran beneficio clínico de estas nuevas tecnologías en la reducción de la toxicidad y en la mejora de la calidad de vida del enfermo".
A su juicio, el futuro de esta especialidad estará protagonizado por la investigación de nuevas vías moleculares involucradas en la respuesta a la radiación y la radiooncología molecular.
Diario Medico
Menor riesgo con mutaciones BRCA si hay cirugía profiláctica
Susan M. Domchek, de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, es la autora principal del trabajo, que ha analizado a un grupo de portadoras de mutaciones en ambos genes con el objetivo de determinar de qué forma se reduce el riesgo sometiéndose a estas operaciones profilácticas. Se ha trabajado sobre cerca de 2.500 mujeres con las alteraciones en BRCA1 y BRCA2, cuyas mutaciones fueron determinadas entre los años 1974 y 2008, y se siguió a las participantes en el estudio hasta 2009.
Los investigadores han determinado que la mastectomía que pretende reducir la susceptibilidad de sufrir el cáncer se asocia con una menor incidencia del cáncer ovárico.
Sin profilaxis, cáncer durante seis años de seguimiento en portadoras de BRCA2 que no habían desarrollado cáncer anteriormente y que se sometieron a la mastectomía, los autores comprobaron que el riesgo era menor. En contraste con estos datos, el 7 por ciento de mujeres que no se sometieron a la cirugía profiláctica recibieron un diagnóstico de cáncer mamario en el mismo plazo.
Por su parte, la salpingooforectomía se relaciona también con una reducción del riesgo en las mismas circunstancias que en el caso de la mastectomía profiláctica. Domchek destaca que el 3 por ciento de las mujeres que no se sometieron a esta práctica fueron diagnosticadas de cáncer ovárico tiempo después, y que no se detectó ningún caso de este tipo de cáncer en portadoras de mutaciones en BRCA2 tras la ooforectomía. Los autores apuntan en su trabajo que esta operación también se asocia con un descenso en el riesgo de cáncer en portadoras de ambas mutaciones.
En un editorial que acompaña al estudio, Virginia Kaklamani, de la Universidad Northwestern, de Chicago, señala la importancia del consejo genético cuando existe historia familiar de estos tumores. Según su opinión, el consejo genético no debería comenzar con la participación del oncólogo; son los médicos de atención primaria y los ginecólogos quienes deberían dar el primer paso en el abordaje de este tipo de tumores.
(JAMA 2010; 304 (9): 967-975).
miércoles, 20 de octubre de 2010
La Unidad de Mama diagnostica en siete días y opera en un mes
Las pacientes con sospecha de un posible cáncer de mama del área de Vigo realizan el mismo día de la cita todas las pruebas (mamografía, ecografía y biopsia), se diagnostican en menos de una semana y se operan en el plazo de un mes en el Complejo Hospitalario de Vigo
Las pacientes con sospecha de un posible cáncer de mama del área de Vigo realizan el mismo día de la cita todas las pruebas (mamografía, ecografía y biopsia), se diagnostican en menos de una semana y se operan en el plazo de un mes en el Complejo Hospitalario de Vigo, mientras que hasta hace poco esperaban hasta dos meses y medio por una intervención. Estos tiempos se pudieron acortar gracias a la creación de una Unidad de Mama en mayo de este año, que es además la primera que funciona en Galicia y de las pocas que existen en España, y que ayer se presentó a representantes de la Asociación Española con tra el Cáncer y a Adicam. La nueva unidad está situada en un recinto del Hospital do Meixoeiro y en ella trabaja un equipo multidisciplinar de radiólogos, ginecólogos y cirujanos, bajo la dirección de la doctora Rosa Mallo. A esta nueva organización, que sigue las recomendaciones de la Unión Europea, se sumó una mayor dotación de medios. En la actualidad, el Complejo Vigués dispone de un quirófano diario para patología de mama, con lo que pasaron de tres a cinco días de quirófano a la semana. En cuanto a los recursos tecnológicos, la unidad cuenta con un mamógrafo digital, dos ecógrafos y un sofisticado equipamiento para realizar dos tipos de biopsias asistidas por vacío, la guiada por Rayos X y la guiada con ecografía. Esto se completa con una mesa horizontal para realizar biopsias percutáneas, que se realizan con la paciente boca abajo, con anestesia local y sin necesidad de ingreso y que consiste en punciones mamarias guiadas por una imagen radioscópica. El Complejo Hospitalario Vigués es centro de referencia para realizar estas pruebas en el sur de Galicia, en las provincias de Pontevedra y Ourense. Por otro lado, duplicaron el número de consultas clínicas (de 4 a 8 semanales), que tienen asignados dos auxiliares y por primera vez una enfermera específica. La Unidad de Mama cuenta con ocho camas propias para hospitalización. Además, la disposición de mayor número de quirófanos con la colaboración del Servicio de Medicina Nuclear permitió potenciar y extender la técnica de la biopsia selectiva de ganglio centinela, de tal forma que se evita la extirpación completa de los ganglios axilares y la recuperación es mejor.
fuente:atlantico
martes, 19 de octubre de 2010
lunes, 11 de octubre de 2010
¿Cómo continuar la lactancia con mastitis?
La modulación de la microbiota intestinal de la madre durante el embarazo y la lactancia puede tener un efecto directo en la salud de los lactantes, según ha mostrado un grupo del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad Complutense de Madrid, coordinado por Juan Miguel Rodríguez. Así, los investigadores descubrieron que la mastitis es una situación de disbiosis que podría tratarse mediante probióticos.
Los microorganismos son esenciales para la vida del ser humano porque, entre otras funciones, controlan rutas metabólicas. Antes se pensaba que durante el embarazo y la lactancia no había ningún contacto con estas bacterias.
"Hoy ya se sabe que en realidad existe una colonización del intestino del feto en el útero a través de la placenta que va mediada por algunas células del sistema inmunitario, sobre todo las dendríticas. Esta colonización causa una concentración de un espectro bacteriano muy pequeño. Es una primera adaptación al cambio de nutrición que se producirá tras el parto", ha afirmado Juan Miguel Rodríguez Gómez, investigador principal del Departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en el taller de trabajo Probióticos y salud: Evidencia científica, organizado por el CSIC y el Ministerio de Ciencia e Innovación, patrocinado por Danone y que se ha celebrado en Madrid.
"Ahora también conocemos que la glándula mamaria no es una zona estéril y que las bacterias que contiene la leche materna no proceden de la contaminación al entrar en contacto con la piel, sino que esta glándula se coloniza durante el último tercio del embarazo hasta el final de la lactancia siguiendo una ruta interna, la enteromamaria.
"Algunas de las bacterias del intestino de la madre migran hasta la glándula mamaria y, a través de la leche, colonizan el intestino del neonato ".
Gracias a la circulación enteromamaria, en la que se produce una colonización de elementos del sistema inmunitario que van hacia la glándula mamaria de forma selectiva, cuando nace el niño ya existe una comunidad bacteriana creada, con cepas no patógenas, que le confiere cierta protección frente a enfermedades infecciosas. A esto se añade que suelen ser bacterias con una gran capacidad para favorecer la maduración del sistema inmune del recién nacido.
El grupo que dirige Rodríguez está aplicando estos conocimientos a patologías como la mastitis humana -un proceso muy desconocido en el que se produce una disbiosis, es decir, la alteración de la diversidad microbiana (estafilococos, estreptococos, bifidobacterias, enterococos y lactococos) que se transforma casi en un monocultivo de una ó dos especies pero a una concentración muy alta-.
"La mastitis es un proceso disbiótico de la glándula mamaria que, a veces, puede solucionarse mediante lactobacilos aislados de leche de mujeres sanas ".
"Estamos viendo que los antibióticos que se emplean actualmente para tratar la mastitis (los betalactámicos) son los más inadecuados y lo que hacen es cronificar el problema".
Lo que propone el grupo de la Complutense, tras realizar un estudio en 400 mujeres procedentes de ambulatorios, es el uso de lactobacilos aislados de la leche humana de mujeres sanas como alternativa a otro tipo de antibióticos o como complemento a estos. El tratamiento exclusivamente con lactobacilos está indicado en los casos de mastitis leve o moderada, mientras que cuando la dolencia es más grave es preferible la acción combinada con antibióticos compatibles con la lactancia.
"El grupo de la Complutense recibe de ambulatorios y hospitales miles de muestras de leche de mujeres con mastitis para su análisis ".
Después del tratamiento con probióticos, y una vez que la enfermedad ha remitido, aproximadamente un 50 por ciento de las afectadas pueden continuar la lactancia con normalidad, sin necesidad de suplementos. La otra mitad seguirá necesitando los probióticos a lo largo de todo el periodo de lactancia para mantener el equilibrio de la flora bacteriana.
Análisis de la lecheEl equipo de Rodríguez realizó por primera vez en el mundo un análisis microbiológico exhaustivo de la leche materna en mujeres con mastitis. Actualmente, reciben miles de muestras para su análisis procedentes de ambulatorios, hospitales, asociaciones de lactancia y particulares de toda España e incluso de países europeos y americanos. Rodríguez ha defendido que "el cultivo de la leche es una prueba que debería hacerse en los servicios de Microbiología de los hospitales".
Otra de las aplicaciones de los probióticos es tratar la vaginosis bacteriana. En el futuro podrían emplearse en el control de la glucemia en diabetes gestacional.
Fuente: diario medico