LA TERAPIA SUSTITUTIVA SERÁ "COMO UN TRAJE A MEDIDA"
En el XI Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) se ha debatido sobre el futuro de la medicina diagnóstica. La genómica y la proteómica serán básicas. En cáncer de mama el concepto de quimioprevención da mucho que hablar.
El futuro de la medicina diagnóstica radica en la proteómica y en la genómica, según afirmaron los ponentes de la sesión científica sobre cáncer de mama que se celebró en Málaga en el XI Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).
Así, "la biología molecular va a avanzar más y se podrá identificar realmente y de forma exhaustiva a aquellas mujeres cuyos genes o mutaciones de genes las lleven a padecer cáncer en un futuro", ha explicado Rafael Sánchez Borrego, presidente electo de la AEEM, quien añadió que "el estudio de las proteínas va a evolucionar más y nos ayudará mucho en la quimioprevención".
Cada vez hay un mayor porcentaje de mujeres a las que se diagnostica cáncer de mama: "Hablamos con ellas, pero somos los profesionales los que tenemos que debatir si la quimioprevención es satisfactoria y si muchas mujeres a día de hoy pueden beneficiarse de ella. Yo creo que sí".
La mastectomía profiláctica y la ooforectomía pueden ser útiles, aunque son tan agresivas "que no deberían englobarse en la quimioprevención"
Por su parte, Rafael Comino Delgado, del Hospital de Puerto Real, en Cádiz, ha puntualizado que en un futuro no muy lejano tanto la terapia hormonal sustitutiva como la quimioprevención "van a ser un traje a medida. Habrá mujeres a las que se les podrá administrar terapia hormonal sustitutiva durante treinta años y nunca van a desarrollar un cáncer, y otras que en dos años lo hagan; quien nos dará la solución será la biología molecular". Lo que determina que aparezca un cáncer en una mujer que está bajo terapia hormonal sustitutiva es que haya determinados polimorfismos, que ya están indicados, en los receptores de progestágenos.
Muchos años de evoluciónLas estadísticas señalan que la población general de profesionales españoles no ha utilizado o no utiliza nunca ninguna quimioprevención. Según Sánchez Borrego, el gran debate es "saber qué pasa en cuanto a las posibilidades de prevención".
A lo largo de toda la historia natural del cáncer de mama, desde la primera célula, indetectable con las actuales técnicas de radiodiagnóstico, hasta llegar a un tumor detectable, pueden pasar entre cinco y veinte años: "Existen células cancerosas que no detectamos. Cuando estamos ante una radiografía y le decimos a una mujer que no tiene nada, estamos mintiendo porque no sabemos si existen células tumorales incipientes", ha subrayado el representante de la AEEM.
Además, existe un grupo de riesgo muy elevado: mujeres con genes con predisposiciones hereditarias. En estos casos, y por ahora, los fármacos que se han intentado aplicar han fracasado. "La mastectomía profiláctica o la ooforectomía pueden dar una salida, aunque son conductas tan agresivas que no se tendrían que llegar a englobar dentro de la quimioprevención".
Falta de evidencias
La ooforectomía profiláctica en mujeres con un factor hereditario tiene importancia, ya que provoca una disminución del 50 por ciento del riesgo. "Pero aún no disponemos de pruebas de que haya beneficios sobre la mortalidad, con lo cual realmente también queda en duda", aclaró el especialista de Barcelona.
La mastectomía tiene una disminución en el riesgo de la incidencia de la aparición de cáncer de mama del 90 por ciento pero "tampoco existen evidencias de que hacer una mastectomía profiláctica, donde se debe ser muy agresivos para que no quede ningún resto de tejido mamario, disminuya la mortalidad", advirtió Sánchez Borrego.
TAMOXIFENO Y RALOXIFENO
Dentro de la quimioprevención existen dos tipos importantes: agentes que van a bloquear la acción estrogénica y moléculas que inhiben la síntesis de esos estrógenos. En este sentido, los participantes en el simposio han recordado el caso del tamoxifeno, "del que pararon el tratamiento de prueba porque era inaceptable que las mujeres que se beneficiaban de él tuvieran una reducción del riesgo en el segundo o tercer año del 50 por ciento con respecto al grupo placebo". Este agente está aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) y por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, también en siglas inglesas) como agente quimiopreventivo, pero "ni aún así los especialistas lo utilizan".
Además, este fármaco tiene otros efectos beneficiosos además de la prevención del cáncer de mama, pero también riesgos asociados. "Es realmente complicado hacer que una mujer teóricamente sana admita una intervención que tiene una repercusión deletérea en su salud, puesto que aumenta el riesgo de padecer cáncer endometrial y la posibilidad de un tromboembolismo", ha señalado el presidente de la AEEM.
Según ha apuntado, "estas complicaciones hacen que se busquen otros fármacos, como el raloxifeno, un agente antiproliferativo mamario con menos acción proliferativa a nivel uterino y menos casos de trombosis". Pese a sus ventajas, "no puede aventajar al tamoxifeno en su acción en cuanto a los cánceres in situ". La FDA aprobó el medicamento en Estados Unidos para su uso en la prevención, pero aún no ha llegado a Europa.