TERAPIA ADYUVANTE TRAS CIRUGÍA EN ESTADIO INICIAL
Exemestano, otra opción en mama hormonodependiente
Un estudio ha comparado a diferentes inhibidores de la aromatasa en pacientes posmenopáusicas con tumor de mama que expresan receptores estrogénicos, administrados tras una cirugía. Los resultados se presentan en la reunión sobre cáncer de mama de San Antonio.
El tratamiento con exemestano (Aromasin) parece útil como opción posquirúrgica en las mujeres tras la menopausia con cáncer de mama con receptores hormonales positivos, en un estadio inicial de la enfermedad, según se ha presentado en la XXXIII Simposio anual sobre Cáncer de Mama, que se está celebrando en San Antonio (Texas).
Se trata del primer estudio clínico que analiza el régimen quimioterápico en adyuvancia comparando dos inhibidores de la aromatasa, anastrozol y exemestano; ambos fármacos han obtenido tasas similares de supervivencia y de prevención de las recurrencias tumorales. Las diferencias se observaron en el perfil de los efectos secundarios, incluido el riesgo de desarrollo de osteoporosis.
Paul E. Goss, profesor de Medicina en la Universidad de Harvard, en Boston, que ha presentado estos resultados en la reunión, ha explicado las diferencias entre las moléculas de la misma familia, los inhibidores de la aromatasa, y ha recordado que "el anastrozol es un inhibidor no esteroideo, mientras que exemestano es inhibidor esteroideo".
El estudio, llevado a cabo por investigadores del Grupo de Ensayos Clínicos NCIC de la Universidad de Canadá, ha incluido dos grupos de tratamiento administrado en 7.576 pacientes de Canadá, Estados Unidos y Europa. El ensayo estaba apoyado por el Programa de Evaluación de Terapias Oncológicas del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y por el Grupo Internacional de Estudio del Cáncer de Mama, de Europa.
"Hallamos que los fármacos eran comparables en cuanto a prevención del cáncer de mama recurrente y en lo referido a la supervivencia global. La osteoporosis fue menos frecuente entre los pacientes tratados con exemestano que en los que recibieron anastrozol, así como los niveles de colesterol registrados fueron más bajos en aquéllos. Otros efectos secundarios, como el cambio en el humor y las alteraciones en cuanto a la función hepática registradas en análisis de sangre, resultaron más frecuentes en el grupo de exemestano, aunque el número total de estos efectos secundarios fue pequeño. Con estos resultados, exemestano debería considerarse una alternativa al anastrozol en la terapia adyuvante de inicio", afirma Goss.
Además de estos datos, la buena noticia para las pacientes es el buen resultado del ensayo, con un 91 por ciento de la tasa de supervivencia global tras más de cuatro años de seguimiento. "Estos resultados son probablemente fruto de la combinación de muchos avances tanto en el cribado como en la radiación, la quimioterapia y el abordaje endocrino", destaca el especialista.
Inicialmente, el ensayo también investigaba el papel del inhibidor de la COX-2 celecoxib al emplearse combinado con los inhibidores de la aromatasa. A falta de concluir dos años en un estudio diseñado para durar siete, los investigadores detuvieron el trabajo en un brazo que incluía a 1.635 pacientes por los problemas asociados a los inhibidores de COX-2. "Con todo, el valor de éstos en la reducción de la recurrencia tumoral permanece desconocida".
OBESIDAD Y RECEPTORES POSITIVOS:
La obesidad se asocia con un peor pronóstico de la supervivencia total y de la libre de enfermedad en mujeres con cáncer de mama operable tratadas con quimioterapia adyuvante, pero es la primera vez que este hallazgo se ha observado en un subgrupo de pacientes: las que tienen enfermedad negativa para HER-2 y receptores estrogénicos positivos, según los datos presentados en el XXXIII Simposio Anual de Cáncer de Mama, que se celebra en San Antonio, Texas.
Joseph Sparano, del Colegio de Medicina Albert Einstein, en Nueva York, ha indicado que sus resultados pueden explicarse por el hecho de que la obesidad se asocia a la hiperinsulinemia, que facilita el crecimiento de tumores dependientes de estrógenos.
El citado grupo ha validado los datos de este trabajo con otros dos estudios en los que se incluían mujeres con receptores positivos y pacientes con receptores negativos y fue cuando se constató que la obesidad empeoraba el pronóstico en enfermedad con receptores positivos.
RIESGOS DE LOS INHIBIDORES DE LA AROMATASA:
Las mujeres que toman inhibidores de la aromatasa para tratar el cáncer de mama pueden tener un riesgo elevado de desarrollar enfermedad cardiovascular, según un metanálisis que se ha presentado en el XXXIII Simposio Anual de Cáncer de Mama, que se celebra en San Antonio, Texas.
El grupo de Eitan Amir, del Hospital Princesa Margarita, en Toronto, en Canadá, ha examinado siete estudios clínicos que comparaban tamoxifeno con inhibidores de la aromatasa en posmenopáusicas con cáncer de mama en fases precoces. Los datos de ese análisis confirmaban que los inhibidores de la aromatasa se asociaban con un 20 por ciento más de probabilidades de desarrollar enfermedad cardiovascular.
No obstante, estos fármacos ocasionan menor riesgo de trombosis venosa y carcinoma endometrial. Como análisis secundario se observó que si se cambia del tratamiento con tamoxifeno a inhibidores de la aromatasa se producen los mismos efectos que cuando se emplean los inhibidores como tratamiento primario.
Fuente: diario medico
domingo, 19 de diciembre de 2010
otra opción en mama hormonodependiente
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