En el IX Simposio Internacional del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), celebrado en Valencia, se han analizado entre otros temas la identificación de las pacientes resistentes a los tratamientos y los mecanismos que provocan la adaptación del tumor. Se trata de una de las grandes áreas de investigación, sobre todo teniendo en cuenta que una tercera parte de los tumores con receptores hormonales positivos y HER2+ son resistentes a los tratamientos y un 60 por ciento de los tumores de mama triple negativo son extremadamente resistentes a la quimioterapia y no se dispone aún de terapias específicas para tratarlos.
Dentro de este ámbito, el mecanismo de resistencia a través de la vía PI3K constituye uno de los campos de estudio más prometedores. Según ha explicado Ana María González-Angulo, directora de investigación clínica y desarrollo de fármacos del departamento de cáncer de mama en el MD Anderson Cancer Center, en Texas, "a efectos prácticos de tratamiento, el cáncer de mama se puede dividir en tres grupos -los que cuentan con receptores hormonales positivos, los HER2+ y los triple negativos- pero los tres presentan de una forma u otra la activación de la vía PI3K".
Interconexiones
Respecto a los conocimientos sobre esta vía, ha señalado que "existen dos cuestiones importantes: la primera, que aunque la vía está presente en todos los tipos de cáncer de mama, se activa de diferentes maneras". Por ello, matizó, "aunque ya empezamos a utilizar medicamentos que están dirigidos a algunos nodos de esta vía, vamos a tener que hacerlo de una forma muy inteligente y de acuerdo al tipo de cáncer de mama que tratamos".
Respecto a los conocimientos sobre esta vía, ha señalado que "existen dos cuestiones importantes: la primera, que aunque la vía está presente en todos los tipos de cáncer de mama, se activa de diferentes maneras". Por ello, matizó, "aunque ya empezamos a utilizar medicamentos que están dirigidos a algunos nodos de esta vía, vamos a tener que hacerlo de una forma muy inteligente y de acuerdo al tipo de cáncer de mama que tratamos".
La segunda cuestión es que "PI3K tiene interconexiones con otras vías importantes de señalización celular y, por eso, tendremos que combinar los medicamentos que bloquean esa vía con otros alternos que apaguen otras vías paralelas y, así, erradicar el problema de la resistencia de forma más efectiva". Entre ellas, "hay vías que se encienden a través de receptores de la membrana, por ejemplo MET. Otras importantes son MAPK y la vía de los receptores de estrógenos".
Como conclusión, ha indicado que "lo importante es tener en cuenta la heterogeneidad de la vía y cómo vamos a tener que empezar a dirigir las terapias de acuerdo a dónde está el punto de activación, el tipo de cáncer y las comunicaciones o interconexiones de la vía".
Según expuso Vicente Valero, del Departamento de Cáncer de Mama del MD Anderson Cancer Center, "hemos dado tratamientos hormonales y desarrollado fármacos que disminuyen la producción de estrógenos en posmenopáusicas y han tenido un impacto importante. Pero, con el paso del tiempo, los tumores se vuelven resistentes al tratamiento hormonal con inhibidores de la aromatasa o a los tratamientos clásicos".
Afortunadamente, ha apuntado el experto, la investigación ha permitido progresar y ofrecer alternativas, como la aprobación de everolimus para mama. Valero ha dicho que "un estudio con pacientes resistentes a la hormonoterapia clásica reveló que las que recibieron la combinación de este fármaco con exemestano tuvieron una disminución de la carga tumoral sustancialmente más alta y hubo un aumento en el control de la enfermedad que duró el doble de tiempo que con sólo exemestano".
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