sábado, 7 de diciembre de 2013
Lamentan el retraso en la edad de inicio de las mamografías en León
La Asociación de Mujeres Operadas de Cáncer de Mama de León (ALMOM), junto la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) han manifestado su rechazo a que la edad de inicio en las pruebas de detección del cáncer de mama haya pasado de ser los 45 años a los 50, debido a una modificación de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León.
"Siempre se había entendido que considerar la edad de 45 años en esta comunidad autónoma era un avance que existía aquí y por ello lamentamos esa corrección para situar la edad en los 50", denuncian ambas entidades.
Y es que, tanto la ALMOM como FECMA; siempre han defendido que los programas de detección precoz de cáncer de mama "sean promovidos y gestionados por el sistema público de salud, con acceso gratuito, continuados en el tiempo, dotados de los recursos necesarios, con controles de calidad, desarrollados por personal formado y evaluados en sus resultados, incluyendo los índices de participación".
"Las mujeres que conocemos el cáncer de mama porque vivimos con él todos los días del año y que nos hemos organizado en Asociaciones de mujeres - pacientes, tenemos como uno de nuestros objetivos básicos el de concienciar a la sociedad y especialmente a las mujeres de la importancia de la detección precoz del cáncer de mama y de su participación en las campañas de detección precoz promovidas por el Sistema Nacional de Salud (SNS)", concluyen.
ConSalud
Los intervalos entre las mamografías afectan al pronóstico del cáncer de mama
Los intervalos entre las mamografías afectan al pronóstico del cáncer de mama
Un estudio demuestra que las mamografías que se realizan con un intervalo de menos de un año y medio entre cada una reducen la tasa de positividad en los ganglios linfáticos y mejora el pronóstico de las pacientes.
Un estudio sobre la detección del cáncer de mama a través de las mamografías revela que las pacientes a las que se les realizó la prueba con mayor frecuencia tenían un índice de positividad del ganglio linfático mucho más bajo en comparación con las mujeres a las que se realizó la mamografía cada más tiempo. Los resultados han sido expuestos en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica.
"En su camino a otras partes del organismo, los ganglios linfáticos son la primera localización en la que el cáncer de mama se asienta antes de producir la metástasis", dice Lilian Wang, profesora asistente de radiología en la Feinberg School of Medicine en Chicago (EEUU). "Cuando el cáncer de mama se ha extendido a los ganglios linfáticos, normalmente se trata al paciente tanto local como sistémicamente con terapia hormonal, quimioterapia, trastuzumab o una combinación de estas terapias", comenta.
Históricamente, las organizaciones de la salud han recomendado mamografías anuales empezando a los 40 años. Sin embargo, en 2009, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF en sus siglas en inglés) anunció una nueva recomendación de realizar las mamografías cada dos años en mujeres entre los 50 y 74 años.
El estudio incluyó a 332 mujeres a las que se les detectó el cáncer de mama con mamografías entre 2007 y 2010. Se dividió a las mujeres en tres grupos en función del tiempo transcurrido entre cada uno de sus exámenes mamográficos: menos de un año y medio, de un año y medio a tres y más de tres. De esta forma había 207, 73 y 52 pacientes en cada grupo.
Al controlar la edad, la densidad de la mama el alto riesgo y un historial familia de cáncer mama, los investigadores determinaron que las mujeres del grupo de menos de un año y medio tenían la tasa más baja de positividad en los ganglios linfáticos con un 8,7 por ciento. Además, esta tasa era mayor en el segundo grupo que en el tercero, con un 20,5 por ciento y un 15,4 por ciento, respectivamente.
"Nuestro estudio demuestra que las mamografías realizadas en un intervalo de menos de un año y medio reducen la tasa de positividad en los ganglios linfáticos, mejorando así el pronóstico de las pacientes", explica Wang. "Deberíamos seguir las guías de la Asociación Americana contra el Cáncer y otras organizaciones que recomiendan que las mujeres se realicen mamografías diarias a partir de los 40 años", concluye.
fuente: diario medico
Una prueba genética reduce en un 68% la quimioterapia en cáncer de mama
Conocer la firma genética de un tumor mamario permite afinar el diagnóstico y elegir mejor el tratamiento, lo que a su vez contribuye a mejorar el pronóstico de las pacientes, según ha destacado Nigel Bundred, jefe del departamento de Cirugía Oncológica y profesor en el Hospital Universitario South Manchester (Estados Unidos), durante su intervención en el XL Simposio Internacional Descodificando el cáncer.
Según los datos que presentó durante su charla, en la que abordó el presente y futuro de estas técnicas en el tratamiento de los tumores ginecológicos, la prueba Oncotyope DX redujo el uso de la quimioterapia en un 68 por ciento en pacientes con cáncer de mama tipo HER-2 negativo.
Un metanálisis de nueve estudios que recogen datos de más de 6.000 pacientes confirma que esta prueba no sólo tiene valor pronóstico, sino que además es eficaz para predecir la respuesta terapéutica, lo que permite seleccionar mejor a las candidatas que podrían beneficiarse de quimioterapia o de otros tratamientos, como tamoxifeno.
Una de las principales ventajas del Oncotype DX -que el año pasado recibió la recomendación de NICE- es que ayuda a detectar a las pacientes que no responderán adecuadamente a un determinado tratamiento, a pesar de estar consideradas como de medio o alto riesgo en función de otras pruebas, como el análisis del ganglio centinela, y que en ausencia de más datos se les administraría una terapia que no las curaría pero que a cambio sí les generaría un alto grado de toxicidad.
Bundred ha explicado a Diario Médico que "a las pacientes no les interesan las estadísticas ni saber si tienen alto o bajo riesgo. Quieren saber cuál es su pronóstico y qué lo que les puede pasar a ellas".
Fuente: diario medico
Etiquetas:
genetica,
innovacion senologica,
quimioterapia
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