“Se trata de una cirugía que representa el éxito de un trabajo en equipo. El esfuerzo no es sólo de los cirujanos, sino también de anestesistas y enfermería, sin ellos sería imposible llevarla a cabo. Ese día todos están absolutamente entregados para conseguir que todo vaya bien”, ha señalado la doctora Lorda.
La reconstrucción con tejido autólogo consiste en el traslado de tejido de la propia paciente de una zona a otra para remodelar una nueva mama. “Los colgajos tienen que recibir la vascularización de un músculo, de la espalda o del abdomen, técnica conocida como TRAM, o bien con sutura de microcirugía (DIEP)”, ha explicado Lorda.
La reconstrucción mamaria con colgajo DIEP (Deep Inferior Epigastric Perforator) es una de las técnicas más avanzadas que permiten recrear la mama después de la mastectomía. Consiste en adaptar un volumen de piel y grasa de la zona abdominal, que se lleva hasta la zona de la mastectomía, conectándolo mediante microcirugía a una arteria y vena del torax. “La principal ventaja respecto a la técnica predecesora, TRAM, es que con la microcirugía, evitamos dañar el músculo por lo que la paciente no pierde fuerza en su pared abdominal. Además, la recuperación es menos dolorosa”, ha asegurado la Jefa del Servicio.
Esta intervención quirúrgica es una cirugía compleja y de envergadura en la que la paciente permanece unas 7 horas en quirófano, pero cuenta también con importantes ventajas como que la mama reconstruida tiene un tacto más natural, “envejece mejor” y evita la colocación de un cuerpo extraño como es la prótesis. Actualmente, la Asociación Europea de Cáncer de Mama recomienda técnicas con tejido autólogo siempre que sea posible.
En cada intervención toman parte un grupo de entre ocho y nueve profesionales, coordinados por el doctor Laredo, miembro del servicio que inició este tipo de reconstrucción con microcirugía.
Reconstrucción con implantes
No todas las candidatas para una reconstrucción mamaria reúnen las condiciones necesarias para someterse a una reconstrucción de este tipo, por lo que este servicio ofrece otras alternativas como la reconstrucción con prótesis.
Esta técnica se realiza en dos etapas. En primer lugar, se coloca en la zona un expansor de forma provisional que, después de unos meses y una vez expandido se sustituye por el implante definitivo.
Actualmente sólo al 30% de las mujeres intervenidas en el Hospital General para una mastectomía se les realiza la reconstrucción al mismo tiempo, es decir de forma inmediata. A otras, se les aconseja esperar hasta completar el tratamiento de quimio o radioterapia para someterse a la cirugía reconstructiva.
“Cuando una mujer ha sido tratada con radioterapia a lo largo del proceso de su enfermedad, no contamos con la posibilidad de colocar un expansor y una prótesis por lo que hemos de recurrir a la técnica del colgajo autólogo”, ha indicado Lorda.
Desde el Servicio de Cirugía Plástica aseguran que el objetivo de la reconstrucción, sea cual sea la técnica utilizada, no es sólo crear el volumen con forma de mama, sino también buscar la simetría con la otra mama.
“Son pacientes que han sufrido una enfermedad y un choque emocional, por lo que cada vez son más las mujeres que demandan esta posibilidad. Siempre insisto en que no le voy a devolver su pecho sino que se trata de una reconstrucción”, ha aclarado Lorda.
La doctora Lorda ha asegurado que “las Unidades de Mama están presentes ya en muchos de nuestros hospitales, y no dudo de que en un futuro próximo contarán todas ellas con el criterio de un cirujano plástico, una figura esencial ya que permite enfocar la cirugía del cáncer de mama con perspectivas de cirugía reconstructiva, tanto si hay que realizar una mastectomía como si puede respetarse la mama y las mujeres pueden reincorporarse antes a su vida de siempre”.
fuente: el periodic
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