El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo, y en las mujeres la primera razón de muerte por esta enfermedad es el cáncer de mama.
Las consecuencias sicológicas, físicas y emocionales de las pacientes que han sufrido cáncer de mama y se han sometido a una mastectomía son innumerables y sin duda “son heridas que quedan en el alma”, como señala Verónica Bustamante, quien a un año del diagnóstico y tras cuatro operaciones, hoy asimila su enfermedad como un aprendizaje de vida.
Verónica sintió una irregularidad en su mama derecha el día de su cumpleaños, cuando venía de Viña de buscar a su hijo, en septiembre de 2009. Esa noche, su médico le dijo que no tenía de qué preocuparse porque no tenía historial médico familiar que indicara peligro de cáncer. “A la semana me detectaron un tumor de 9 cm en la mama derecha y al mes siguiente me sometí a una mastectomía. Siempre me preocupé mucho de tener una buena salud, nunca he fumado ni tomado alcohol, hacía mucho deporte, y además mi alimentación es muy sana” señala esta ingeniera comercial, que gracias a una actitud positiva, al apoyo de su familia y los avances de la medicina y cirugía reconstructiva, hoy relata su historia con una nueva mirada sobre la vida que la tiene disfrutando más y trabajando menos.
Tras la extirpación quirúrgica de su busto, pudo optar a una reconstrucción mamaria. Como en la mayoría de las operaciones de este tipo, estuvo durante ocho meses con un implante expansor – que expande los tejidos blandos para crear un espacio donde colocar la prótesis- y en septiembre de 2010 ingresó a pabellón para realizarse la cirugía con implantes definitivos. “Después de una enfermedad llena de incertidumbres, es un regalo de Dios poder optar a usar implantes que realmente te cambian la vida, como un renacimiento”.
“El cáncer de mama no debe ser visto como sinónimo de mutilación. Hoy las opciones de tratamientos son muchos y la reconstrucción puede ser parcial o total” señala el Dr. Jaime Letzkus, médico cirujano Mastólogo del Hospital San Borja Arriarán, Oncoisa y Clínica Tabancura.
Implantes, el sentido de lo femenino
Si bien en Chile no hay estadísticas globales, se estima que anualmente más de 3 mil nuevos casos de mujeres con cáncer de mama son detectados y la mortalidad por esta patología alcanza a cerca de mil mujeres, señala el Dr. Letzkus.
Antes la detección era en etapa avanzada y hoy 68% se detecta en etapas precoces señala el especialista, los que sin duda tienen mejores pronósticos. Gracias a la incorporación de esta patología al Plan Auge-GES, y que desde 2006 incluye la reconstrucción mamaria entre las garantías, cada vez más las mujeres que pueden acceder a recuperar su imagen corporal tras someterse a una mastectomía, ya que hasta hace un par de años dicha intervención era considerada como cirugía estética y no reconstructiva.
Someterse a una cirugía de este tipo es muy significativo, coinciden médicos y pacientes, ya que las mamas constituyen parte esencial de la identidad femenina, de lo que implica ser y sentirse mujer. Por eso, la reconstrucción mamaria mejora la calidad de vida de la paciente, impactando positivamente en su estado psicológico.
Tipos y tendencias en prótesis
Los avances de la ciencia y la cirugía hoy permiten optar a sofisticados tratamientos reconstructivos, entre ellos los implantes anatómicos texturizados, que imitan la forma de gota de la mama y se ajustan a cada mujer. Estos implantes son biodimensionados, compuestos de gel cohesivo, es decir, que si se llegaran a romper, no se produce extravasación de la silicona en el organismo, como con las prótesis de silicona liquida.
Es fundamental que las pacientes consulten con equipos multidisciplinarios, conformados por cirujanos oncólogos de mamas y cirujanos plásticos-reconstructivos especialistas en el tema de reconstrucción mamaria, puesto que tanto los tipos de tumores, la etapa de presentación, así como los tratamientos adyuvantes – entre ellos la quimioterapia y la radioterapia- y por otra parte las condiciones de cada paciente, influyen en la decisión de cuando y como realizar la reconstrucción mamaria.
Los médicos aconsejan el autoexamen mamario para la detección temprana de la patología junto con la mamografía en control de salud realizada por matronas o médicos, y que debe realizarse anualmente desde los 40 años. Éste último sigue siendo el único examen que ha logrado disminuir la mortalidad por cáncer de mama hasta en un 40%. A las mujeres con antecedentes familiares de la enfermedad se recomienda realizarse el examen desde los 35 años.
fuente: la segunda
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