domingo, 5 de junio de 2011
Cirugía de cáncer de mama
Durante muchos años, el tratamiento del cáncer de seno ha sido, en la mayoría de los casos, una cirugía radical mutilante, incluso en los estadios precoces o iniciales.
En la década de los sesenta, con los avances en la tecnología de imágenes y en el campo de la radioterapia, y la revisión de todas las experiencias aprendidas, empiezan a hacerse los primeros estudios para hacer posible el manejo conservador en los casos de cáncer de mama.
Los primeros resultados demostraron que las tasas de supervivencia y periodos libres de enfermedad eran similares.
En la actualidad, estas técnicas de cirugía conservadoras se han convertido en las técnicas de elección en los estadios iniciales, con las cuales se evita la extirpación total de la glándula mamaria
El tratamiento del cáncer de mama debe perseguir, sobre todo, dos objetivos:
a) El control de la enfermedad sistémica, es decir, la tendencia que tiene esta enfermedad a diseminarse muy rápidamente.
b) Evitar la recidiva (recaída) local, donde la cirugía desempeña su labor.
Por lo anterior, es necesario que este tipo de cirugías tenga, a su vez, una doble intención: la de radicalidad, con el fin de quitar completamente la enfermedad, y la estética. Este doble objetivo es importante en la actualidad si tenemos en cuenta que se trata de las neoplasias malignas más frecuentes en la mujer y cada vez se diagnostica más gracias a las campañas de detección.
El concepto de cirugía conservadora debe cumplir con la resección del área del tumor, el cual es clínicamente palpable o que fue localizado través de estudios de imagen mediante la colocación de un arpón; debe tener márgenes adecuados de un centímetro o más. En la mayoría de los casos deberá realizarse también una disección de los ganglios de la región axilar.
Esta disección es importante porque la presencia o ausencia de ganglios con tumor es, hasta el día de hoy, unos de los factores pronósticos mas importantes. Por otro lado, ayuda a plantear otras medidas terapéuticas para evitar la recurrencia.
Sin embargo, en la actualidad ya contamos en nuestro medio con la tecnología para poder definir en qué casos será necesario realizar una disección radical de la axila, ya que este procedimiento puede presentar muchas complicaciones a las pacientes en el mediano y largo plazos, sobre todo cuando se asocia a radioterapia.
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