Doctor Héctor A. Gómez Vidrio
La maduración o desarrollo mamario está comprendido dentro del desarrollo sexual de una mujer y para llevar a cabo el análisis de sus cambios evolutivos, se han descrito cinco etapas o estadios de maduración sexual que son:
1.- Una etapa prepuberal inicial en la cual no existen datos sugestivos de maduración.
2.- El tejido glandular inicia su crecimiento presentándose una ligera elevación del contorno del busto, aumentando en su diámetro la aureola mamaria, aconteciendo generalmente en forma unilateral pudiendo transcurrir hasta seis meses para que la otra glándula presente este estadio. Además, al mismo tiempo las terminaciones nerviosas se desarrollan en la superficie del tejido mamario y en la piel, por lo que las niñas refieren sensación de molestia o incluso de dolor ante estímulos de presión o cambios bruscos de humedad o temperatura.
3.- Diferenciación del pezón que adquiere coloración más oscura que la piel circundante y la aureola aumentando su crecimiento.
4.- En esta etapa se produce importante crecimiento de la aureola así como de su pigmentación o coloración oscura, aumentando su diámetro y presentando la aparición de los llamados corpúsculos de Morgagni. El volumen del busto inicia su crecimiento mas acelerado.
5.- Durante esta etapa disminuye el crecimiento de la areola, adquiriendo las proporciones finales entre ella y el pezón.
El busto continúa aumentando de volumen hasta por uno a tres años. Es de advertir como dato importante que el volumen del busto no está relacionado con su capacidad de maduración y de funcionalidad estando regulado por características genéticas de sus antecesores familiares así como por el estado nutricional de la niña a partir de los siete u ocho años de edad. Este desarrollo mamario así como su funcionalidad depende básicamente del estímulo provocado por la secreción hormonal por parte, principalmente, de los ovarios y secundariamente de las glándulas suprarrenales estableciéndose un índice proporcional entre las hormonas estrogénicas que favorecen el desarrollo mamario y las hormonas androgénicas que lo inhiben.
La función básica de la glándula mamaria consiste en llevar a cabo el proceso de la lactogénesis y por consecuencia de la lactación. La lactogénesis en un proceso muy complejo que requiere de una singular regulación endocrina que actúa sobre la glándula mamaria. El desarrollo de los conductos mamarios o galactóforos se produce a expensas de la acción de los estrógenos, pero contando además con la participación de otras hormonas como son la hormona de crecimiento secretada por la glándula hipófisis y del cortisol, hormona secretada por la corteza de las glándulas suprarrenales.
Por otra parte, el desarrollo de los alveolos lobulares requiere de la acción hormonal de los estrógenos y de la progesterona secretadas por los ovarios, pero además con la participación de la prolactina también secretada por la glándula hipófisis.
La concentración de las proteínas de la leche materna, fundamentalmente caseína y lactoalbumina, así como de las grasas, son reguladas por la acción hormonal de la prolactina, la hormona de crecimiento, la insulina (secretada por el páncreas) y el cortisol.
Las hormonas tiroideas también intervienen en el desarrollo mamario. Como comprenderemos, el desarrollo y crecimiento de las glándulas mamarias, así como el grado de su funcionalidad depende estrictamente del estímulo o freno provocado por la acción de las muy diferentes hormonas, por lo que en las enfermedades desarrolladas a nivel mamario, debe siempre tomarse en cuenta tanto para el diagnóstico como para su tratamiento, el factor hormonal. Al crecimiento de la glándula mamaria en el varón o en la niña con anterioridad a la edad de desarrollo normal, le llamamos ginecomastia y representa un desequilibrio homeostático hormonal entre las hormonas estrogénicas (feminoides) y androgénicas (masculinoides).
Cuando aparece la ginecomastia siempre es necesario aclarar el diagnóstico ya que puede ser transitoria como en el recién nacido o en la pubertad, pero en la etapa prepuberal puede deberse a tumores testiculares o de glándulas suprarrenales.
Médico jefe del servicio de endocrinología del antiguo hospital civil de guadalajara fray antonio alcalde.
Profesor de la clínica de endocrinología en la carrera de medicina del cucs de la UdeG.
fuente: oem
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