Hoy en día, la mujer tiene que ser consciente de la realidad del cáncer de mama. De que una de cada 10 tendrá un tumor de mama a lo largo de su vida, pero que, detectado a tiempo y tratado adecuadamente por personal especializado, no va a perder ni la vida, ni su mama, tras una operación mínima que nada va a alterar el ritmo cotidiano de su vida.
Para el control periódico de sus mamas, para la realización de los chequeos, para que se pueda diagnosticar a tiempo una afección caso de que aparezca y tratarla correctamente... Para todo eso existen hoy en día la Unidades de Mama, porque el cáncer de mama requiere un diagnóstico y tratamiento multidisciplinar llevado a cabo por un conjunto de especialistas que actúan al unísono para lograr estos fines. Estas unidades están formadas por cirujanos, oncólogos médicos y físicos, patólogos, radiólogos, psicólogos y especialistas en medicina nuclear y cirugía plástica.
Todos ellos van a actuar de acuerdo con un protocolo único, actualizado y consensuado a nivel mundial. Así, estas unidades pueden dar respuesta y solucionar cualquier patología mamaria con los mismos adelantos que en las clínicas más famosas del mundo. La mujer entrará en dichas unidades, bien para chequeo o bien para tratar cualquier enfermedad benigna o maligna, y saldrá curada y seguirá allí mismo los controles posteriores, con un tratamiento personalizado e individualizado.
Fin de la peregrinación
Antes, la paciente acudía primero a su médico, después a un gabinete de radiología donde se hacía las distintas pruebas, después la enviaban al cirujano o al ginecólogo y de ahí, al patólogo para que le hiciera una biopsia. Después, cuando el informe estaba listo, volvía al cirujano para que éste decidiera la postura a tomar. En todos estos pasos había distintas opiniones, la mujer no siempre era informada adecuadamente sobre el tipo de enfermedad que tenía, ni quién ni cuándo la iban a operar, ni qué intervención iba a practicársele.
Las pruebas diagnósticas y las punciones podían tardar meses y todos estos factores creaban una angustia que se sumaba a la que produce la enfermedad ya de por sí. Después de la intervención, la radioterapia o la quimioterapia se daban con frecuencia en otros centros, con servicios y médicos desconocidos hasta ahora para la paciente, y en todo este transcurrir hemos visto a mujeres angustiadas y desorientadas por falta de información y con importantes dudas.
Hoy, en las Unidades de Mama, la mujer es recibida, interrogada e informada por los distintos especialistas y sin moverse de la unidad es diagnosticada, biopsiada, y practicándosele las pruebas pertinentes para obtener una confirmación exacta de la enfermedad y la problemática que padece.
De esta manera, después de realizadas todas las pruebas, la mujer será informada por los especialistas de lo que tiene y del tipo de tratamiento médico o quirúrgico que requiere. Se le va a explicar si existen distintas alternativas, para que ella pueda opinar sobre las distintas conductas a seguir para la resolución de su problema. Dentro de la unidad se le va a orientar por parte de los oncólogos si requiere quimioterapia, hormonoterapia o radioterapia o bien si no necesita ninguna de las tres,
Equipos multidisciplinares
Los métodos de los que hoy disponemos con las más altas tecnologías van a hacer posible que en el caso de un cáncer de mama la mujer pueda ser operada conservando su seno como estaba y en régimen de cirugía mayor ambulatoria, que en la mayoría de los casos no requiere el ingreso de una noche en la clínica. Por último, y antes de recibir el alta se le explicará detenidamente qué tenía, qué tratamientos se le han practicado y qué controles debe seguir. En todos los casos, la mujer sabrá que en esa Unidad de Mama ella tiene su historia completa, con todos los especialistas que han actuado coordinadamente administrándole un tratamiento personalizado llevado a cabo por profesionales con nombre y apellido que la conocen perfectamente y a quienes podrá acudir cuando lo desee para aclarar cualquier duda existente.
Los grandes adelantos existentes en la actualidad y altamente específicos, requieren que, para dominarlos, los médicos que se dedican al tratamiento de las enfermedades de la mama tengan una formación exclusiva que les permita estar en posesión de los nuevos conocimientos y descubrimientos que, para bien de la mujer portadora de esta enfermedad, están cada día apareciendo en el terreno de la especialidad médica que responde al nombre de senología.
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