Buscar en esta Enciclopedia

miércoles, 31 de julio de 2013

domingo, 28 de julio de 2013

El estudio molecular continuo ajusta la terapia en la mama

Un trabajo promovido por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) y elaborado con la participación de 31 hospitales españoles sugiere que el estudio del perfil molecular en las metástasis del cáncer de mama permitiría modificar y posiblemente mejorar el tratamiento de hasta un 30 por ciento de los casos.
Eduardo Martínez de Dueñas, oncólogo del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón y codirector del proyecto -junto con Ana Lluch, del Clínico de Valencia-, ha indicado a DM que con este estudio se ha comprobado el grado de discordancias en los receptores hormonales (estrogénicos y de progesterona) y en el receptor HER2, de manera que, al conocer su variación, "se pudiera también ajustar el tratamiento y, posiblemente, ser así más eficaces".
Diferentes porcentajes 
El análisis centralizado y simultáneo de muestras de tumor mamario y metástasis ha permitido determinar los receptores mediante inmunohistoquímica y FISH en condiciones óptimas y evitando, en la medida de lo posible, las desviaciones en las variables analíticas de medición que pudieran producir artefactos técnicos de laboratorio, tanto central como locales. Para receptores de progesterona, se mostraron cambios en un 27 por ciento de los casos en el laboratorio central, mientras que el laboratorio local arrojó un 35 por ciento de cambios. Igual sucedió con los receptores de estrógenos (cambios en un 12 por ciento de los casos analizados en el laboratorio central frente al 23 por ciento en el local) y en el caso del HER2 (18 por ciento del laboratorio local frente al 3,5 por ciento del central).
Para Martínez de Dueñas, "lamentablemente, en la mayoría de los casos el fenotipo molecular de los tumores de mama en metástasis evoluciona hacia uno más maligno y agresivo. Por este motivo precisamente "este análisis continuado de su evolución es muy importante". De hecho, mediante tales análisis "hemos podido modificar y posiblemente mejorar el tratamiento en un 31 por ciento de las pacientes en las que detectamos cambios en los receptores entre el tumor primario y las metástasis".
Cambios selectivos 
En algunos casos se sustituyó el tratamiento quimioterápico por uno hormonal (o viceversa) y, en otros, se añadió un tratamiento dirigido anti-HER2 que no estaba planificado previamente. A pesar de apreciar cambios moleculares en algunas pacientes, los clínicos no modificaron el tratamiento por diversos motivos. 
"Unas veces porque los cambios se detectaron solamente en el laboratorio local y no en el central (o al revés) y, en otras, porque los oncólogos, ante la ganancia de expresión de los receptores, tendían a añadir tratamientos antitumorales (consecuentemente con dichos cambios), pero eran más reacios a suspender abordajes programados con anterioridad cuando se perdía la expresión de los receptores.
A su juicio, no está definitivamente confirmado que la evolución de las pacientes vaya a mejorar con esta individualización del tratamiento. Los oncólogos añadían pero no suspendían tratamientos para asegurarse de que las pacientes no perdían opciones terapéuticas". Estos resultados, según Martínez de Dueñas, ponen de manifiesto "la gran importancia de biopsiar siempre los tumores en metástasis y volverlos a caracterizar molecularmente para poder ofrecer a la paciente un tratamiento más individualizado y ajustado a sus características biológicas".

fuente: diario medico

sábado, 13 de julio de 2013

Se piden cribados de mama a partir de los 40 años

El cáncer de mama es un modelo de medicina personalizada en el que se reivindican algunos cambio.

Fernando Bandrés, Armando Tejerina, José Díaz-Faes y Manuel Sánchez del Río

La patología de mama es, en la actualidad, un modelo de medicina personalizada, ya que en su tratamiento se ha logrado consolidar, de manera definitiva, una cirugía cada vez menos radical, el empleo de la cirugía reconstructiva en los casos mutilantes, una radioterapia más cómoda, rápida y precisa, y unos fármacos menos tóxicos y más eficaces. Pero hay una petición en boca de los expertos: que las mamografías se realicen anualmente en lugar de cada dos años, que los programas de cribado incluyan a mujeres a partir de los 40 años, en lugar de los 45 ó 50 actuales, y que se prolonguen de por vida y no finalicen como ahora, entre los 65 y 70 años, según el programa de cada servicio autonómico de salud.
En el encuentro Cáncer de mama: una enfermedad curable, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), los profesionales han reclamado que el Sistema Nacional de Salud (SNS) aumente los márgenes de edad de las mujeres que participan en los cribados de cáncer de mama, tal y como han asegurado los dos codirectores del curso, José Díaz-Faes, presidente de la Fundación de Estudios Mastológicos (FEMA), y Armando Tejerina, director del Máster Internacional de Especialización en Mastología, título propio de la UIMP.
Ambos han observado que los cribados deberían adelantarse a los 40 años, dado que "el 40 por ciento de los tumores se detectan en mujeres menores de 50 años", ha destacado Tejerina.
Díaz-Faes, por su parte, ha hecho hincapié en que también es necesario que los programas de cribado se incrementen más allá de los 70 años e incluso "de por vida, ya que si las mujeres viviesen hasta los 120 años, todas tendrían cáncer de mama, debido a que aumenta con la edad".
Esta reclamación a las administraciones sanitarias también ha sido apoyada por Fernando Bandrés, director académico de la Fundación Tejerina y miembro del Observatorio Europeo de Patología de la Mama, y por Manuel Sánchez del Río, patrono de FEMA, quien considera que las mamografías se deberían realizar anualmente en lugar de, como sucede ahora en los cribados preventivos, cada dos años.
Cada vez más curable 
La cada vez mayor curación del cáncer se debe muchas veces a las propias mujeres, que reclaman las mamografías, y al cada vez mayor avance en la calidad digital de las imágenes. "La ratificación de la mamografía digital como pilar del diagnóstico, y la incursión de la resonancia magnética y de la tomografía por emisión de positrones, ha influido en la curación", ha indicado Tejerina.
Díaz-Faes ha dejado claro que el cáncer de mama genético es "una parte muy pequeña, casi siempre de origen desconocido. De ahí que la mastectomía no asegura que no se vaya a desarrollar, ya que la cirugía no previene el 100 por cien, aunque sí disminuye muchísimo el riesgo". La prueba genética previa para conocer el riesgo es muy costosa, aunque sencilla, al tratarse de un análisis de sangre cuyos resultados, no obstante, tardan dos meses en llegar a la paciente.

Máxima alerta a las situaciones de riesgo

Según Armando Tejerina, los factores de riesgo más frecuentes son la edad, una estructura mamaria anómala, la obesidad, factores raciales u hormonales y familiares, caso de un cáncer de mama familiar de primer grado, lo que puede aumentar su frecuencia de aparición. "En las pacientes de alto riesgo familiar directo, un primer estudio con mamografía de base a los 35 años de edad, y así poder catalogar la estructura mamaria, además de conocer los factores de riesgo predisponentes en la historia clínica". Hay otras situaciones que se consideran de alto riesgo, como por ejemplo, las hiperplasias epiteliales atípicas que son lesiones precancerosas susceptibles de extirpación quirúrgica, lo que evita la transformación maligna.

fuente: diario medico

Una de cada cuatro pacientes con cáncer de mama HER2 positivo podría evitar la QT

Según VHIO hasta un 25% de las mujeres que presentan tumores de mama de tipo HER2 pueden evitar la quimioterapia y todos sus efectos adversos.

Aleix Prat

Hasta un 25 por ciento de los pacientes que presentan tumores de mama de tipo HER2 positivo podrían evitar la quimioterapia y todos los efectos adversos asociados a esta opción terapéutica, según la hipótesis con la que trabaja el Grupo de Genómica Traslacional del Valle de Hebrón Instituto de Oncología (VHIO), que dirige Aleix Prat, dentro de la red Solti de investigación en cáncer de mama.
Este científico ha obtenido la beca Career Catalyst Research Grant, dotada con 345.000 euros, que otorga la fundación norteamericana Susan G. Komen for the Cure para desarrollar un proyecto de investigación de tres años que busca validar de forma prospectiva un subtipo molecular HER2- enriquecido como biomarcador para predecir la respuesta a la terapia dual antiHER2, con trastuzumab y lapatinib, en el cáncer de mama HER2 positivo.
El estudio Pamela recogerá datos de 150 pacientes de 12 hospitales españoles y colaborarán también Antonio Llombart, presidente de Solti, y Javier Cortés, jefe de la Unidad de Mama del Hospital Universitario Valle de Hebrón, así como Roswitha Britz, presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma).
El principal objetivo es encontrar una herramienta para detectar a los pacientes que podrían beneficiarse de la terapia dual con anticuerpos monoclonales y que responderán bien sin necesidad de administrar quimioterapia. "Hemos visto que hay un subgrupo de pacientes que tienen la vía del HER2 muy activada y sospechamos que son los que se podrían curar con las terapias biológicas".
Antecedentes
El estudio NeoSphere, coordinado por Luca Gianni, del Instituto de Tumores de Milán (Italia), ya había demostrado que la combinación de trastuzumab y pertuzumab sin quimioterapia es capaz de erradicar el tumor en un 17 por ciento de los casos. Además, el ensayo BCIRG 006 también ha arrojado datos que sugieren que un subgrupo de pacientes HER2 positivos pueden eludir la quimioterapia.
Ahora el reto consiste en determinar de manera anticipada qué enfermos serán los que responderán positivamente al tratamiento con agentes biológicos. Este objetivo va en consonancia con la principal línea de trabajo del grupo de investigación que encabeza Prat en el VHIO y que se centra en buscar patrones genéticos que puedan predecir de antemano los distintos comportamientos clínicos de este tipo de tumores.
Los científicos catalanes han analizado recientemente miles de tumores de mama hormonosensibles y han podido validar un biomarcador que mejora la identificación de aquellas pacientes que no necesitan quimioterapia.


fuete: diario medico