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sábado, 26 de enero de 2013

Validación clínica de una posible diana en mama

Una proteína fosfatasa podría convertirse en una nueva diana contra el cáncer de mama; los datos de laboratorio han sido muy positivos.

Rafael Pulido


Un equipo del Instituto de Investigación Sanitaria BioCruces, del Hospital Universitario Cruces, en Bilbao, ha anunciado el inicio de la validación clínica de una posible nueva diana terapéutica contra el cáncer de mama. Según Rafael Pulido, profesor de Ikerbasque en el citado instituto, "se ha identificado y caracterizado una fosfatasa, la PTP-épsilon, que podría resultar beneficiosa para determinados tipos de cáncer de mama e, incluso, otros tipos de cáncer". La investigación básica comenzó hace dos años en el Laboratorio de Biología Molecular del Cáncer del Centro de Investigación Príncipe Felipe, de Valencia, y el Instituto de Ciencias Weizmann, de Israel.
Ahora, el experto va a liderar la validación clínica de esta posible diana terapéutica mediante el análisis de muestras tumorales del Biobanco Vasco para la Investigación a fin de determinar la expresión de esta proteína fosfatasa en personas que han padecido cáncer de mama.
Diagnóstico y terapia 
Además, esta labor "se va a realizar de manera coordinada con los especialistas de Oncología y Genética del Hospital Universitario Cruces, con el fin de comprobar si los buenos resultados obtenidos in vitro se constatan también en la realidad".
Una validación clínica positiva podría dar resultados, por un lado, para mejorar el diagnóstico efectivo de cáncer y, además, "si se verifica en la clínica que esta proteína fosfatasa favorece la aparición de tumores, el desarrollo de fármacos que inhiban su función".
Actualmente, muchas de las investigaciones y terapias se orientan a buscar inhibidores de proteínas cinasas, que, al actuar como supresores tumorales, frenan el desarrollo del cáncer. Las proteínas fosfatasas desarrollan un papel de inhibidores de la acción de las cinasas.
Vertiente oncogénica 
De hecho, cuando estas proteínas están mutadas y no realizan correctamente su función es cuando el paciente presenta cáncer, bien sea esporádico, o bien por causa genética, heredando la proteína fosfatasa mutada (estos casos son los responsables en gran medida de los cánceres de tipo familiar).
Sin embargo, algunas de estas proteínas fosfatasas son también oncogénicas. Es éste, precisamente, el caso de la proteína PTP-épsilon, en el que se centra la investigación. Por ello, los trabajos se orientan a la concreción de inhibidores de su función.
Tal y como ha indicado el investigador, "el papel de la proteína tirosina fosfatasa en la enfermedad humana sólo se está empezando a abordar, y la identificación de dianas terapéuticas frente al cáncer y los estudios de validación clínica de la proteína tirosina fosfatasa aún están en sus etapas preliminares".

fuente: diario medico

viernes, 11 de enero de 2013

La obesidad en la menopausia promueve el crecimiento del tumor de mama (Cancer Res)


Las mujeres obesas podrían reducir el riesgo de padecer cáncer de mama después de la menopausia mediante la adopción de medidas durante la perimenopausia tales como prevenir el aumento de peso y controlar terapéuticamente los efectos metabólicos de la obesidad, según los resultados de un estudio preclínico publicado en “Cancer Research”.
"Las mujeres obesas posmenopáusicas tienen mayor riesgo de cáncer de mama y peores resultados clínicos en comparación con las mujeres posmenopáusicas que están delgadas", afirmó Paul S. MacLean, de la Universidad de Colorado (Estados Unidos).
"Lamentablemente no se puede hacer los estudios necesarios para abordar esta cuestión en los seres humanos. Así, fusionamos modelos de rata con cáncer de mama con obesidad y menopausia para imitar mejor los acontecimientos que vinculan la obesidad premenopáusica a una tasa mayor de cáncer de mama después de la menopausia", explicó este experto.
Durante la menopausia, las mujeres suelen ganar peso debido a que consumen más alimento que las necesidades de su cuerpo. En un estudio previo, MacLean y su equipo usaron su modelo de rata para demostrar que el aumento de peso, después de la ovariectomía quirúrgica, en los modelos de la menopausia ayudó a promover el desarrollo del tumor de mama en ratas obesas.
En este estudio, se confirmó que la obesidad y la sobrealimentación juntos después de la ovariectomía quirúrgica impulsaron el crecimiento tumoral y la progresión agresiva. Una razón de esta conclusión fue que las ratas obesas eran incapaces de manejar apropiadamente las fuentes de exceso de energía, en forma de glucosa y grasa dietética, cuyo resultado es una sobrealimentación después de la ovariectomía quirúrgica.
Las ratas delgadas almacenaron el exceso de glucosa y grasa en la dieta de sobrealimentación en el hígado, el músculo y el tejido sano del pecho, una respuesta metabólica normal a la sobrealimentación. Por el contrario, los tejidos sanos en ratas obesas no paran de aumentar la captación de glucosa y la grasa de la dieta y los tumores de mama aumentan drásticamente la absorción de glucosa.
Una segunda razón para el crecimiento tumoral y la progresión mejorada en ratas obesas en comparación con las ratas delgadas fue que los tumores de los dos grupos de animales tenían diferentes perfiles moleculares. Los tumores de las ratas obesas poseían niveles más altos de expresión del receptor de progesterona (PR), que se relaciona con una mayor expresión de genes implicados en el uso de la energía y su proliferación.
Un patrón similar de aumento de la expresión de genes implicados en el uso de energía y el crecimiento celular se observó en los tumores de mama humanos PR-positivos de mujeres posmenopáusicas. Según MacLean, una última pieza de evidencia que indica que la obesidad y la sobrealimentación durante la transición menopáusica convergen para promover el crecimiento y la progresión del tumor fue que la metformina antidiabética redujo la carga tumoral en ratas obesas después de la ovariectomía quirúrgica.
"Si nuestros hallazgos en ratas se trasladan a los humanos, significa que el período de la perimenopausia es una ventana de tiempo crítico para determinar el riesgo de cáncer de mama más tarde en la vida. Esto, a su vez, significa que el riesgo de una mujer obesa de cáncer de mama posmenopáusico y el resultado clínico pobre podría reducirse mediante modificaciones del estilo de vida perimenopáusicas", destaca MacLean.
En este sentido, los científicos recomiendan a este tipo de mujeres la restricción del consumo de alimentos y el aumento de ejercicio, y/o el uso de fármacos en las perimenopáusicas, tales como la metformina, para mejorar el control metabólico. MacLean y su equipo están probando esta hipótesis en el modelo de rata utilizado en su investigación.

Las estatinas pueden mejorar la supervivencia, libre de progresión, del cáncer de mama inflamatorio


La administración de estatinas podría mejorar la supervivencia, libre de progresión, en pacientes con cáncer de mama inflamatorio (IBC), según investigación del MD Anderson Cancer Center (Estados Unidos).
En concreto, este estudio es la continuación de otro danés que revela que las propiedades antiinflamatorias de las estatinas podrían reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama.
"Decidimos adoptar un enfoque diferente y ver si es realmente una enfermedad inflamatoria y si hay o no algún impacto sustancial del uso de estatinas en esta población", ha señalado Naoto T. Ueno.
Para ello, Ueno y su equipo revisaron 724 pacientes diagnosticadas y tratadas de cáncer de mama estadio III inflamatorio en el MD Anderson entre 1995 y 2011. Así, los pacientes con antecedentes que indicaron que consumían estatinas en el momento del diagnóstico fueron comparadas con las que no las tomaban.
El objetivo principal fue la supervivencia libre de progresión, mientras que los secundarios medían la supervivencia global y la específica de la enfermedad. Además, los investigadores compararon los resultados clínicos de las pacientes del grupo de estatinas en función del tipo: lipofílicas o hidrofílico.
Las pacientes que consumían estatinas tenían una supervivencia libre de progresión de 1,76 años en comparación con las que no lo hacían, mientras que aquellas que tomaban estatinas lipofílicas vieron mejoradas sus tasas de supervivencia en 2,47 años. La mayor mejora se observó en aquellas que consumían estatinas hidrofílicas (4,88 años).
Este tipo de cáncer, que solo se da entre el 1% y 5% de los casos, aparece cuando las células malignas bloquean los vasos linfáticos en la piel y el tejido blando.
Investigadores del MD Anderson están planeando estudios prospectivos aleatorios en pacientes de IBC para evaluar mejor los posibles beneficios de supervivencia de las estatinas. Otros estudios también esperan identificar qué subconjunto de las poblaciones sería el más adecuado para la administración de estatinas.

Fármacos contra el cáncer HER2 positivo pueden ser eficaces para tumores HER2 negativos (Cancer Discov)


Algunas mujeres con el cáncer subtipo HER2 negativo pueden beneficiarse de fármacos contra el cáncer HER2 positivo, a pesar de que las pruebas estándar no indiquen que son candidatas a estos medicamentos, según concluyen estudios de secuenciación del ADN realizados por investigadores de la Washington University School of Medicine, ede San Luis (Estados Unidos), cuyos resultados se han presentado en el San Antonio Breast Cancer.
"Estas pacientes en la actualidad no van a recibir un medicamento HER2 objetivo porque no tenemos ninguna manera de identificarlos. Y podemos predecir que van a tener una forma más agresiva de cáncer de mama", explica Ron Bose, del Cáncer Siteman del Barnes-Jewish Hospital (Estados Unidos).
Hoy en día, un tipo de cáncer de mama conocido como HER2 positivo se trata con fármacos que inhiben la función de la proteína HER2, pero las pacientes, para ser clasificadas como HER2 positivas, deben tener más de las dos copias normales del gen HER2. Un exceso de HER2 hace crecer las unidades del tumor, llegando incluso algunas pacientes HER2 positivas a tener hasta 20 copias del gen, explican los investigadores.
Los médicos realizan pruebas para este gen de "amplificación" en todas las pacientes diagnosticadas con cáncer de mama y debe estar presente para que una mujer reciba drogas anti HER2. Pero en lugar de múltiples copias del gen produciendo demasiada HER2, algunas pacientes, consideradas HER2 negativas según las pruebas estándar, pueden tener errores en tan sólo unas pocas "letras" del ADN de sus dos copias de genes que dan lugar a un exceso de actividad de la proteína.
Bose y su equipo estiman que estas mutaciones no detectadas de HER2, en lugar de la amplificación de HER2, pueden conducir al crecimiento del tumor en entre el 1,5% y el 2% de todas las pacientes con cáncer de mama, según su investigación, que se publica en la revista “Cancer Discovery”.
Dirigido por Matthew J. Ellis, de la Universidad de Washington (Estados Unidos), el equipo de investigación analizó datos de ocho estudios de secuenciación de ADN, que en conjunto incluyeron a unas 1.500 pacientes. Dos de los estudios de secuenciación se llevaron a cabo por el Instituto del Genoma en la Universidad Washington, en colaboración con la coautora del estudio y codirectora del Instituto del Genoma, Elaine R. Mardis.
De los 1.500 pacientes, 25 tenían mutaciones HER2 sin amplificación génica, sin que todas las mutaciones parezcan tener el mismo efecto. Después de analizar 13 de las mutaciones, se detectaron siete que impulsan el crecimiento del cáncer y en los análisis de laboratorio, la mayoría de estas mutaciones respondieron bien a fármacos anti HER2.
Bose advierte que algunas mutaciones resultaron ser "silenciosas", es decir, que no impulsarán el crecimiento del tumor y probablemente no responderán a los fármacos anti HER2.
Los resultados del estudio han conducido directamente a la puesta en marcha de un ensayo clínico de fase II para probar si las pacientes con mutaciones de HER2 (mutaciones pero no su ampliación) se beneficiarán de los fármacos anti HER2. El ensayo incluyó a pacientes con cáncer de mama en estadio IV clasificados como HER2 negativo, cuyos genes HER2 se secuenciaron para buscar mutaciones.

Cirugía menos invasiva para detectar el cáncer de mama residual en ganglios linfáticos, tras la quimioterapia


Un estudio realizado por el grupo de Oncología del American College of Surgeons y dirigido por la cirujana de mama en la Clínica Mayo (Estados Unidos), Judy Boughey, ha identificado un procedimiento menos invasivo, conocido como cirugía del ganglio centinela, para detectar el cáncer de mama residual en ganglios linfáticos tras la quimioterapia.
En concreto, este equipo consiguió identificar si quedaban restos del cáncer en los ganglios linfáticos en el 91% de las pacientes con cáncer de mama y ganglios positivos que recibieron quimioterapia antes de la cirugía. Y es que, la cirugía del ganglio centinela solamente requiere la extirpación de aquellos ganglios que tienen más probabilidades de contener cáncer.
"Dado que la administración de quimioterapia antes de la cirugía puede eliminar el cáncer de los ganglios linfáticos en algunos pacientes, teníamos interés en evaluar si la cirugía del ganglio centinela era capaz de identificar con éxito restos del cáncer en los ganglios linfáticos después de la quimioterapia", ha comentado la directora del estudio, cuyos resultados se han presentado durante el 2012 San Antonio Breast Cancer Symposium.
Para llevar a cabo este trabajo, los científicos estudiaron a 756 mujeres con cáncer de mama y ganglios positivos que recibieron quimioterapia como tratamiento inicial. De las participantes en el estudio, 637 pacientes se sometieron tanto a la cirugía del ganglio centinela como a la cirugía de los ganglios linfáticos axilares.
Así, la cirugía del ganglio centinela identificó la presencia de cáncer residual en el 91% de las pacientes, entre ellas, 255 pacientes con cáncer de mama y ganglios positivos y 326 pacientes con gangliopatía positiva continua.
Por otra parte, los científicos también descubrieron que en un 40% de las pacientes se había erradicado completamente el cáncer de los ganglios linfáticos. Además, tuvo una tasa de falsos negativos de 12,6%, que disminuyó significativamente al emplear dos rastreadores --tinte azul y coloide con etiqueta radioactiva-- para identificar los ganglios linfáticos centinelas.

Un polimorfismo genético aumenta significativamente el riesgo de cáncer de mama en fumadoras


El consumo de tabaco puede aumentar hasta ocho veces la probabilidad de padecer cáncer de mama en aquellas mujeres portadoras del alelo CYP1A1 426Ile, un polimorfismo genético en una enzima del tejido mamario, según un estudio desarrollado por el Centro de Excelencia de Investigación en Salud y Ciencias de la Vida de la Universidad Europea de Madrid.
La publicación, en formato póster, que ha sido premiada en el VII Seminario Internacional e Interuniversitario de Biomedicina y Derechos Humanos organizado por la Fundación Tejerina, analiza el papel del CYP1A1. Así, pone de manifiesto que, durante el desarrollo mamario en la mujer, una de las enzimas participantes en el metabolismo de los estrógenos presenta un polimorfismo genético (alelo) que, tras una exposición a agentes como los componentes del tabaco, podría influir en la aparición del cáncer de mama.
"Las mujeres portadoras del alelo CYP1A1 426Ile presentan 8 veces más probabilidad de encontrarse dentro del grupo de fumadoras con cáncer de mama que en el grupo de fumadoras sanas", explica el investigador principal del proyecto, Félix Gómez-Gallego.
Por el contrario, "y aunque es preciso realizar estudios con una casuística más amplia, los resultados obtenidos muestran que la prevalencia del alelo CYP1A1 426Val es significativamente más alta en el grupo de fumadoras sanas que en el grupo de fumadoras con cáncer de mama, lo cual podría sugerir una menor predisposición al desarrollo de cáncer de mama en mujeres fumadoras portadoras de este alelo".
Asimismo, los resultados indican que la edad de diagnóstico de cáncer de mama en el grupo de fumadoras es aproximadamente siete años inferior al de mujeres no fumadoras y se sitúa por debajo de los 50, lo que sugiere que el consumo de tabaco podría influir en la aparición más temprana del cáncer de mama.
El estudio ha contado con una muestra total de 151 mujeres, de las cuales 27 padecían cáncer de mama y no fumaban, 76 tenían cáncer de mama y eran fumadoras, y 48 eran fumadoras sanas.

Propuesta de redefinición de la clasificación de los tumores mamarios en la práctica clínica diaria (J Clin Oncol)


La expresión génica en cáncer de mama aporta información biológica importante para la determinación del diagnóstico, tratamiento, riesgo de recaída y supervivencia. A pesar de ello, lo más habitual es que la caracterización del cáncer de mama se realice mediante técnicas histopatológicas. La información se halla recogida en un estudio sobre tumores hormonosensibles liderado por el Dr. Aleix Prat, jefe del grupo de Genómica Traslacional del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y oncólogo de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Vall d’Hebron. El trabajo compara los datos del tumor, obtenidos mediante expresión génica, con los datos histopatológicos, y propone una nueva definición que mejora la actual clasificación de estos tumores en la práctica clínica diaria.
Este hallazgo, publicado en “Journal of Clinical Oncology”, modifica la actual definición de este tipo de tumores y asegura un mejor diagnóstico de los mismos minimizando los errores de clasificación y, con ello, mejorando el abordaje terapéutico y el pronóstico de las pacientes con este subtipo de cáncer de mama.
Ante cualquier cáncer de mama es fundamental, a todos los efectos, conocer bien su subtipo molecular. En los últimos años, la expresión génica ha identificado dos grandes grupos de tumores hormonosensibles: Luminal A y Luminal B. El tratamiento se basa en esta clasificación, por lo que debe ser muy precisa. Tal como explica el Dr. Prat, “los tumores Luminal A tienen un buen pronóstico con tratamiento hormonal, mientras que los tumores Luminal B tienen un pronóstico desfavorable y requieren, en la mayoría de los casos, la administración de quimioterapia. El problema radica en que la definición actual de estos dos grupos mediante datos histopatológicos es imperfecta y, por lo tanto, necesitamos algún parámetro más, al margen de los que ya existen, que nos ayude a afinar aún más el diagnóstico histopatológico de los tumores Luminal A y B".
Actualmente, la definición de los tumores luminales o hormonosensibles es la positividad para los receptores hormonales y la negatividad para la expresión de HER2. La diferencia entre un tumor Luminal A y B es la cantidad de proteína Ki-67 que el patólogo detecta en las células tumorales. Si los tumores tienen menos de un 14% de células positivas para Ki-67, el tumor es clasificado como Luminal A. El problema de esta definición del subtipo Luminal A es que hay un 30% de estos tumores que en realidad son Luminal B por expresión génica y tienen pronóstico desfavorable solamente con tratamiento hormonal.
Este estudio ha revisado miles de tumores procedentes de tres grupos independientes de España (grupo cooperativo GEICAM, Dr. Martín), Canadá (Universidad de British Columbia, Dr. Nielsen) y Estados Unidos (Universidad de Carolina del Norte, Dr. Perou), con el fin de comparar cómo se corresponden los datos histopatológicos con los perfiles de expresión génicos y ha evidenciado grandes discordancias. Una vez halladas las diferencias, este equipo de trabajo ha buscado un nuevo parámetro medible en el laboratorio que acote más la definición. "El estudio genómico que hemos realizado nos ha indicado que la cantidad de receptor de progesterona es importante para distinguir ambas entidades biológicas. Este nueva variable nos servirá de marcador para mejorar la actual definición histopatológica de los tumores Luminal A.”, explica el Dr. Prat. Cuanto mayor sea la cantidad de células tumorales con positividad para el receptor de progesterona, más probable será el diagnóstico del tumor Luminal A.
La definición histopatológica de los tumores Luminal A que propone este estudio es “positividad para los receptores hormonales, negatividad para la expresión de HER2, positividad del Ki-67 menor del 14% y positividad del receptor de progesterona mayor del 20%”, concreta este especialista.
Las técnicas de expresión génica son las que siguen dando una información más completa y real de cada tumor. “Comparado con los datos histopatológicos, los test basados en la expresión génica nos proporcionan un perfil molecular más exacto de cada tumor y una estimación más detallada de la probabilidad de recaída. El motivo es que, en vez de determinar 3 o 4 marcadores, estamos evaluando miles de marcadores de una sola vez. Ahora bien, estas técnicas genómicas no están disponibles habitualmente en la práctica clínica diaria”, comenta el Dr. Prat, que recientemente ha sido galardonado con el tercer Premio Internacional para la Investigación en Cáncer de Mama, precisamente por su empeño en acercar las técnicas de expresión génica a la práctica clínica diaria. “En este estudio", añade, "hemos evaluado un test genómico conocido como PAM50 que, a diferencia de otras pruebas disponibles, nos permite caracterizar mejor el cáncer de mama a nivel biológico".

univadis

Ligero aumento de los casos de cáncer de mama en menores de 35 años


El 6% de los casos de cáncer de mama que se registran anualmente se producen en mujeres menores de 35 años, según ha revelado la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), que alerta de la importancia de la detección temprana de esta patología en jóvenes.
En la actualidad, se diagnostican cada año 22.000 casos, habiéndose producido un "ligero aumento" en las menores de 35 años, explican los expertos. FECMA hace un llamamiento a los profesionales de la sanidad y a las Administraciones para que presten "una especial atención" a esta realidad, que considera "un problema sanitario de primer orden". Con todo, admite que la eficacia de la tecnología digital y el aumento de los diagnósticos fuera de los programas de detección temprana "han provocado que se detecten más casos y de forma más temprana".
Además de la herencia genética, "presente en el 30% de los casos de cáncer de mama en jóvenes", existen otros factores que pueden influir en la aparición del tumor, como son "tener la primera regla más temprano, retrasar la maternidad, una menopausia tardía o adoptar hábitos no saludables, como el consumo de tabaco y alcohol en exceso". Pero, pese a ello, "sigue habiendo un buen número de mujeres que no acude a sus revisiones ginecológicas".
La presidenta de FECMA, Roswitha Britz, manifiesta que, "por debajo de los 45 o 50 años, a pesar de que las mujeres no deban seguir los programas de 'screening', sí que deben visitar a su ginecólogo de forma periódica y, por supuesto, consultar cualquier anomalía que puedan observar en sus mamas".
Por otra parte, la máxima representante de la federación expone que las mujeres afectadas tienen "repercusiones" en su puesto de trabajo tras ser intervenidas. "Al menos una de cada tres mujeres trabajadoras con cáncer de mama ha tenido problemas para continuar al frente de sus responsabilidades, lo que en muchos casos deriva en despidos o bajas voluntarias", lamenta.

Una dosis más ajustada eleva la supervivencia en mama

El agente hormonal fulvestrant, comercializado como Faslodex, aumenta la supervivencia en el cáncer metastásico de mama con receptores hormonales positivos, según un trabajo internacional.


Un proyecto internacional, cuyos datos se han presentado en el último Simposio de Cáncer de Mama celebrado en San Antonio, Texas (Estados Unidos), ha puesto de manifiesto que el agente hormonal fulvestrant, comercializado como Faslodex, aumenta la supervivencia en el cáncer metastásico de mama con receptores hormonales positivos. La novedad radica, no obstante, en que este fármaco, disponible en el mercado desde hace años, es más efectivo cuando se administra doblando la dosis estándar, de 250 mg, hasta llegar, por tanto, a los 500 mg, que se ha convertido en el nuevo estándar.
El estudio Confirm demuestra que este aumento de dosis eleva la supervivencia global. "La oncología dispone de un nuevo fármaco, más eficaz que cuando se empleaba la dosis convencional. Y lo más importante: sin aumentar la toxicidad o los efectos secundarios", ha indicado a DM Miguel Martín, participante en el estudio y presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).

Cambios en la terapia del cáncer de mama

Bolero y Emilia son dos nombres que no habrán pasado desapercibidos este año a los oncólogos. La Asociación Americana de Oncología Médica (ASCO) encabeza con estos ensayos los cinco avances presentados en 2012 que previsiblemente cambiarán la práctica clínica en este campo.


El estudio Bolero-2, dirigido por el español José Baselga, del Centro del Cáncer Memorial Sloan Kettering (Nueva York), tuvo que interrumpirse antes de finalizar al constatarse la llamativa superioridad de añadir everolimus al tratamiento con exemestano en la supervivencia libre de enfermedad en pacientes posmenopáusicas con cáncer de mama avanzado y resistente a la terapia hormonal.
En el Emilia, del que también es coautor Baselga y que contó con la participación de varios hospitales españoles, la molécula conjugada T-DM1 (combina trastuzumab y el citotóxico emtansina) eleva la supervivencia libre de progresión en las mujeres con cáncer de mama HER2 positivo avanzado, con menos toxicidad que la terapia de lapatinib más capecitabina.
Neoadyuvancia
En el cáncer de esófago, la fase III de un estudio sobre 366 pacientes demostró que el tratamiento neoadyuvante con quimioterapia (carboplatino y paclitaxel) junto con la radioterapia, sumados a la cirugía posterior, obtenía beneficios sustanciales comparado con el abordaje quirúgico solo. Los resultados de este trabajo, dirigido por Ate van der Gaast, de la Universidad de Erasmo (Holanda), reflejaron que los pacientes con el tratamiento neoadyuvante multiplicaban por dos la mediana de supervivencia global (49 frente a 24 meses), y el 29 por ciento registró una remisión completa.
Los tumores de aparato digestivo también han protagonizado uno de los mayores estudios sobre cribado del último año; en concreto, el trabajo comparó la eficacia de la sigmoidoscopia flexible frente a la de la colonoscopia para reducir la mortalidad por cáncer colorrectal. Cerca de 154.000 pacientes fueron seguidos durante 11,9 años. El screening con sigmoidoscopia arrojó una reducción del 21 por ciento en la incidencia y del 26 por ciento en la mortalidad. Christine D. Berg, de la División de Prevención en el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense, coordinó este trabajo.
La ASCO también destaca el ensayo Arrirm, sobre 1.199 varones con cáncer de próstata avanzado, previamente tratados con docetaxel, en los que resultó beneficioso el fármaco hormonal enzalutamida.

jueves, 10 de enero de 2013

Gasdermina B, nuevo oncogén de resistencia en mama Her2+

Gema Moreno Bueno





La dentificación de nuevos genes implicados en ciertos tipos de carcinoma mamario, así como el ajuste de dosis en otros, constituyen adelantos que suponen más en la cronificación de la enfermedad.


Se calcula que el 25 por ciento de los cánceres de mama son de tipo Her2 positivo (Her2+), tumores que producen un exceso de la proteína Her2 (receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano). El cáncer de mama Her2+ tiende a ser más agresivo y con mayores tasas de recaída que otros mamarios. El tratamiento estándar actual aprobado para esta enfermedad es trastuzumab, comercializado como Herceptin, un anticuerpo monoclonal humanizado que bloquea la acción de esta proteína. Normalmente, la respuesta terapéutica suele ser positiva en un buen número de afectadas.
  • El 60 por ciento de las mujeres con carcinoma Her2+ presentan alteraciones en el gen de la gasdermina B relacionadas con no respuesta terapéutica y metástasis
Más respuestas 
Pero, ¿por qué no todas obtienen la respuesta adecuada? ¿Qué mecanismos biomoleculares están implicados o impiden la total respuesta? ¿Por qué se desarrolla resistencia a lo largo del tratamiento? Se han descrito varios mecanismos moleculares que ayudan a entender el distinto comportamiento clínico. Algunas investigaciones han apuntado a la implicación de genes localizados cromosómicamente cerca del receptor Her2neu (ErbB2). Otra de las diversas respuestas que barajan los grupos de investigación en cáncer de mama Her2+ es la que ofrece el grupo de Gema Moreno Bueno, investigadora de la Fundación MD Anderson Cancer Center España, en Madrid, y de la Universidad Autónoma de Madrid.
Su grupo ha identificado en muestras de tumores humanos al gen gasdermina B (Gsdmb) "como posible marcador predictivo de respuesta al tratamiento en carcinomas de mama Her2+. De hecho, se ha observado la implicación de gasdermina B en la reducción a la respuesta frente a trastuzumab. Este hallazgo abre más posibilidades para profundizar en la aplicación de los conocimientos sobre este oncogén en el diagnóstico, así como para la selección de grupos de pacientes sometidas a tratamientos específicos, como puede ser el caso del trastuzumab", ha indicado a DM la investigadora, cuyo estudio ha recibido la Primera Beca Avon encaminado a ayudar al desarrollo de proyectos de distinta índole sobre cáncer de mama en España.
Dos variables 
Según Moreno, la amplificación en este gen se relaciona con la no respuesta al fármaco específico. Los análisis realizados sobre 170 pacientes Her2+ son concluyentes: el 60 por ciento de las enfermas tienen alteraciones en este oncogén y la mayoría "se relacionan con variables: no respuesta terapéutica y metástasis. Así, gasdermina B es un marcador de malignidad en este tipo de tumores".
  • La identificación de este gen puede abrir nuevas posibilidades para una selección de pacientes en función de si responden o no al tratamiento estándar
Aunque existe alguna opción de rescate si aparece resistencia a trastuxumab, este anticuerpo es actualmente la primera línea de tratamiento en carcinoma Her2+, por lo que el hecho de que algunas pacientes no obtengan beneficios constituye un problema oncológico de primer orden. Así, el segundo objetivo del proyecto del grupo de Moreno es el diseño y desarrollo de agentes farmacológicos que actuarán contra gasdermina B, analizando en detalle, en primer lugar, el papel funcional de este oncogén utilizando modelos murinos o líneas celulares.
Agentes para la clínica 
"Uno de los puntos es aclarar los mecanismos moleculares que median el comportamiento de la escasa respuesta, así como identificar otras proteínas que interaccionan con gasdermina B en su función y/o regulación. Este abordaje posibilitará concretar más moléculas implicadas en la respuesta al tratamiento de estos carcinomas, y que podrían ser utilizadas a corto o medio plazo en la clínica". Aunque se sabe muy poco de la función concreta de gasdermina B, también ha sido relacionada con resistencia terapéutica en melanoma.
Moreno tiene previsto iniciar un estudio prospectivo a través del cual a las pacientes del Anderson con diagnóstico de carcinoma Her2+ se les analizará este gen para posteriormente comprobar cuál es su evolución. En modelo animal se ha comprobado que cuando las líneas celulares que sobreexpresan gasdermina B se tratan con trastuzumab no sólo no responden sino que desarrollan metástasis.

La parte emocional del cáncer a través de iPad

Las nuevas tecnologías también son una herramienta útil en la lucha contra el cáncer de mama. Así lo han entendido en la compañía Avon, que ha destinado otra de sus becas a un proyecto, coordinado por Laura García Estévez, directora de la Unidad de Mama del Centro Oncológico Clara Campal, de HM Hospitales, en Madrid, que informa, aclara dudas y resuelve problemas durante el abordaje del proceso tumoral. En concreto, el proyecto, denominado Breast-iPad, es una aplicación a la que las pacientes pueden acceder a través de iPad y estar en contacto con su oncólogo.

viernes, 4 de enero de 2013

Los beneficios de la leche materna




Es durante el primer año cuando el bebé experimenta su período de crecimiento y desarrollo. Por ello es importante proporcionarle una alimentación óptima.

La forma de nutrición natural del recién nacido es por excelencia la leche materna. Sus ventajas nutritivas, inmunitarias y psicológicas son muchas. La leche materna es el alimento idóneo y su composición la ideal para el mejor crecimiento, desarrollo y maduración durante los seis primeros meses de vida. Además, es gratuita y se presenta en óptimas condiciones de temperatura, higiene y a punto de consumir.

Ventajas de la lactancia para el bebé:

Las razones son su composición nutritiva y el aspecto emocional, ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé constituye una experiencia intensa.

La leche materna proporciona al recién nacido todo lo que se necesita. Contiene anticuerpos (defensas) que le protegen frente a enfermedades (catarros, otitis, neumonías, diarreas), e incluso la protección alcanza a posibles enfermedades futuras como obesidad, asma o alergia. Algunos estudios han concluido que los niños alimentados al pecho tienen menor riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante e incluso favorece el desarrollo intelectual.

Ventajas de la lactancia para la madre

Las madres que dan el pecho tienen menor riesgo de tener depresión posparto y anemia, además de aumentar su autoestima y confianza.

La recuperación en cuanto a la pérdida de peso es más rápida; también el útero vuelve antes a la normalidad y existe menos riesgo de hemorragia posparto. Además, a largo plazo reduce el riesgo de padecer cáncer de mama o de ovario.

Composición de la leche:

Hasta que se produce la denominada subida de la leche, el recién nacido puesto al pecho al menos ocho veces cada 24 horas, toma este alimento que cubre todas sus necesidades: el calostro, de aspecto más viscoso que la leche porque contiene más proteínas, anticuerpos, sales minerales y menos grasas que la leche definitiva. Por su alto contenido en anticuerpos es especialmente beneficioso para proteger al bebé de infecciones. Además, su composición especial es de gran ayuda para la mejor digestión del alimento y ayuda a la expulsión de las primeras deposiciones (meconio).
A partir del 4º día y hasta el 10º-15º día el calostro va transformándose en la llamada leche de transición, y es a partir de entonces cuando la leche alcanza la composición de la leche madura.

Estos cambios fisiológicos que ocurren en la leche no hacen sino adaptarse a las necesidades del bebé para su mejor digestión y aprovechamiento, incluso una vez alcanzada la madurez de la leche, varía su composición a lo largo del día y también en el momento de la misma toma.

Al principio la leche es más ligera (para ir adaptando al aparato digestivo) y al final la leche es más rica en grasas (como el postre de una comida), por tanto, es lo que más nutrición aporta y más saciedad.

fuente. consalud

La leche materna contiene más de 700 bacterias




La leche que bebe de su madre es uno de los factores que determina cómo será la flora bacteriana que se desarrolle en el recién nacido. Sin embargo, su composición, así como el papel biológico de estas bacterias en el niño, siguen sin conocerse.

Ahora, un grupo de investigadores españoles ha utilizado una técnica basada en la secuenciación masiva de ADN para identificar el conjunto de bacterias –llamado microbioma– que contiene la leche materna. Gracias a este estudio, se pueden determinar las variables perinatales y postnatales que influyen en la riqueza microbiana de la leche.

En unas muestras de calostro, el líquido que secretan las mamas los días que suceden al parto, han encontrado más de 700 especies de estos microorganismos, más de los que inicialmente esperaban los expertos. Los resultados se publican en el American Journal of Clinical Nutrition.

“Es uno de los primeros trabajos en describir esta diversidad mediante la técnica de pirosecuenciación –una tecnología de determinación de secuencia de ADN a gran escala– en muestras de calostro, por un lado; y de leche madura, por otro, que fue recogida después de uno y seis meses de lactancia materna”, explican los coautores, María del Carmen Collado, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y Alex Mira, investigador del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP-GVA).

Los géneros bacterianos más presentes en las muestras de calostro se corresponden con las bacterias Weissella, Leuconostoc, Staphylococcus, Streptococcus y Lactococcus, mientras que en las correspondientes al fluido que se desarrolla entre el primer y el sexto mes de lactancia se observó la aparición de bacterias típicas de la cavidad bucal como Veillonella, Leptotrichia y Prevotella.

“Todavía no se ha podido determinar si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si las bacterias de la boca del lactante entran en la leche materna cambiando su composición”, apuntan los autores.

Más peso de la madre, menos bacterias

El estudio revela, además, que la leche de las mujeres con sobrepeso y de las que ganan más kilos de los recomendados durante el embarazo contiene menor diversidad de especies.

El tipo de parto también afecta al microbioma de la leche materna: la producida por las madres sometidas a cesáreas programadas es diferente y más pobre en microorganismos que la de las mujeres con parto vaginal. Sin embargo, cuando la cesárea es no programada (intraparto), la composición de la leche resulta ser muy similar a la de las madres con partos vaginales.

Estos resultados sugieren que el estado hormonal de la madre ante el parto también desempeña un papel: “La falta de señales de estrés fisiológico, así como de las señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna”, afirman los autores.

fuente: con salud