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lunes, 25 de octubre de 2010

Las lesiones preinvasivas de mama abren dilemas

Existe una polémica mundial sobre su tratamiento

Cada vez se detectan más lesiones preinvasivas de mama gracias a la eficacia los programas de cribado, pero de momento no es posible evaluar el riesgo ya que no existen marcadores predictores de su evolución.
"Cada vez detectamos más lesiones preinvasivas, lo que nos habla del éxito del programa de detección precoz, pero plantea nuevos dilemasCada vez detectamos más lesiones preinvasivas, lo que nos habla del éxito del prog ".
El éxito que han tenido los programas de cribado de cáncer de mama en los últimos años está facilitando que se detecten cada vez más lesiones preinvasivas de forma precoz; no obstante, la carencia de marcadores pronósticos de evolución plantean un gran dilema terapéutico, ya que por el momento no es posible predecir qué lesiones evolucionarán a un cáncer invasivo y, por lo tanto, requieren un tratamiento más agresivo, según ha explicado a Diario Médico Francesc Macià, coordinador del Programa de Cribado del Cáncer de Mama en el Parque de Salud Mar y jefe de la Unidad de Prevención y Registro del Cáncer del Servicio de Epidemiología del Hospital del Mar, en Barcelona.Durante la XIV Jornada sobre Cáncer de Mama, que organiza esta institución y que este año se ha centrado en las lesiones preinvasivas, los expertos han abordado esta polémica mundial. Actualmente, algunos autores ponen en duda si todos los casos de carcinoma in situ (DCI) que se diagnostican evolucionarán necesariamente hacia un cáncer invasivo de mama. Existe mucha variabilidad en la literatura científica y algunos datos sugieren que este proceso de evolución de la enfermedad no sucede así en todos los casos. Al mismo tiempo, se sabe que algunas lesiones preinvasivas evolucionan muy rápidamente y se asocian con un mal pronóstico.Esto, por un lado, pone en tela de juicio la conveniencia de tratar a todas las pacientes de manera similar, a la vez que destaca la importancia de encontrar marcadores que ayuden a predecir la evolución de la lesión y que permitan elegir la mejor alternativa terapéutica para cada paciente, sin necesidad de causar toxicidad innecesaria o realizar cirugías evitables.Macià ha recordado que el DCI era una lesión relativamente rara en la década de los ochenta, mientras que ahora representa hasta un 20 por ciento de los casos de cáncer de mama diagnosticados."Esto nos habla del éxito del programa de detección precoz, pero plantea nuevos dilemas y retos futuros".

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