Un informe reciente cuestiona la recomendación de 2009 del US Preventive Services Task Force (USPSTF), de Estados Unidos, sobre que las mujeres entre los 40 y los 49 años que no estén en riesgo elevado de cáncer de mama, probablemente puedan esperar para someterse a una mamografía hasta los 50 e, incluso entonces, únicamente cada dos años.
Un conocido radiólogo, el Dr. Daniel B. Kopans, del Harvard Medical School, Estados Unidos, asegura en que pedirles a las mujeres que esperen hasta los 50 simplemente es un error. Las recomendaciones del grupo de trabajo, asegura, se basan en conclusiones científicas erradas y se deben revisar o retirar. "Sabemos por estudios científicos que la exploración salva muchas vidas, incluso entre las que tienen entre 40 y 50 años", señala.
Pero la USPSTF afirma que su recomendación, que suscitó toda una tormenta de controversias, se basó en datos científicos y evitaría a muchas mujeres cada año preocupaciones y tratamiento innecesarios.
Sin embargo, las directrices dejaron confundidas a la mayoría de las mujeres. La Sociedad Americana del Cáncer continuó recomendando mamografías anuales para las mujeres entre los 40 y los 50 años, y las supervivientes jóvenes de cáncer de mama compartieron historias cautivadoras sobre cómo la exploración salvó sus vidas.
Un problema principal de las directrices es que el USPSTF se basó en métodos incorrectos para analizar los datos de estudios sobre el cáncer de mama, indicó el Dr. Kopans.
El riesgo de cáncer de mama comienza a aumentar gradualmente entre los 40 y los 60 años y después aumenta aún más, asegura el experto. Sin embargo, los datos usados por el USPSTF agruparon a mujeres de entre 40 y 49 años en un solo grupo y mujeres de entre los 50 y los 59 en otro. Y determinaron que las del grupo más joven tenían muchas menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las del grupo de mayor edad.
Eso podría ser cierto, pero decidir que los 50 años sean la edad "correcta" para una mamografía es arbitrario, explica el Dr. Kopans. "Una mujer de 49 años es similar biológicamente a una mujer de 51 años", aseguró. "El cáncer de mama no monitoriza su edad. No hay nada que cambie repentinamente a los 50 años".
Otros problemas con las directrices del USPSTF incluyeron lo siguiente:
- Las directrices citan investigaciones que muestran que las mamografías son responsables de un 15% de reducción de la mortalidad. Es una subestimación. Otros estudios muestran que evaluar a las mujeres entre los 40 y los 49 años puede reducir las muertes hasta en 44%.
- Ahorrarle a las mujeres preocupaciones innecesarias por falsos positivos no es razón suficiente para no evaluar, pues morir de cáncer de mama es un destino mucho peor. "Tomaron la decisión subjetiva de que las mujeres entre los 40 y los 49 años no podrían tolerar la ansiedad de ser llamadas de nuevo por un estudio de exploración cuestionable, a pesar de que cuando se le pregunta a las mujeres que se han sometido a esto, la mayoría se sienten aliviadas de que no había nada mal. Los estudios muestran que regresarán a su siguiente evaluación aún más incondicionalmente", aseguró el Dr. Kopans. "El grupo de trabajo le quitó la decisión a las mujeres. Es increíblemente paternalista".
- La recomendación del grupo de trabajo de evaluar únicamente mujeres de alto riesgo entre los 40 y los 49 años dejará de detectar el 75% de los cánceres de mama que tienen lugar entre las mujeres que no se considerarían de alto riesgo, es decir, que no tienen antecedentes familiares contundentes de la enfermedad y no tienen los genes BRCA1 o BRCA2 que se sabe que incrementan el riesgo de cáncer.
Desde el furor que causaron las directrices, el USPSTF ha replanteado y modificado parte de la redacción original para hacer más claro que la decisión de hacerse una mamografía entre los 40 y los 49 años es "individual", aseguró el Dr. Ned Calonge, presidente del USPSTF.
"Fue una comunicación inadecuada para un grupo que no tenía los conocimientos necesarios", aseguró el Dr. Calonge. "El grupo de trabajo no recomienda las evaluaciones automáticas. Pensamos que el conocimiento de lo que se puede obtener frente a lo que se arriesga es una discusión importante que se debe tener con las mujeres de ese grupo de edad".
Entre las desventajas encuentran pruebas adicionales innecesarias, biopsias, tratamiento que no proporcionará beneficios para la salud y, claro, ansiedad, aseguró.
En cuanto a los beneficios, las mamografías pueden salvar vidas, pero quizá no tantas como creen las mujeres, manifestó el Dr. Calonge. Los estudios muestran que por cada 1.000 mujeres de 40 años vivas hoy, 30 morirán eventualmente de cáncer de mama, agregó.
Comenzar las mamografías a los 50 años y continuarlas cada dos años hasta los 74 años puede reducir en siete esas muertes. En otras palabras, 23 morirán de todos modos de cáncer de mama a pesar de la exploración. Comenzar las mamografías a los 40 años puede reducir una muerte más a 22.
"Está claro que las mamografías son herramientas útiles en la lucha contra el cáncer de mama y que el uso apropiado de estas prevendrá algunas muertes", apuntó el Dr. Calonge. "Sin embargo, la prueba dista mucho de ser perfecta, los beneficios son menores a los que suponen muchos y las mujeres deberían conocer las desventajas".
Tanto el Dr. Kopans como el Dr. Calonge están de acuerdo en que el hecho de que la detección precoz del cáncer de mama no implica necesariamente la prolongación de la vida. Los tumores de cáncer de mama pueden ser sumamente agresivos e incluso la detección precoz no implica una vida más larga. Por otro lado, el Dr. Kopans señaló que algunos tumores se desarrollan de manera extremadamente lenta y quizá nunca causen un problema, incluso si no se tratan. Lo malo es que los médicos no saben cuál tumor es cuál, dijo el experto.
"Es cierto que la mamografía dista mucho de ser perfecta", comentó el Dr. Kopans. "Sin embargo, es la única prueba para el cáncer de mama que tenemos que ha demostrado salvar vidas. En los Estados Unidos, hemos visto una reducción de 30% en los índices de muerte por cáncer de mama desde el comienzo de las evaluaciones por mamografía a mediados de los años 80".
En teoría, el concepto de hablar sobre mamografía con su médico es bueno, según el Dr. Kopans. Sin embargo, las citas para atención primaria generalmente duran menos de 10 minutos, por lo que los médicos no van a hablar sobre ensayos clínicos al azar, agregó. En cambio, dependerán de directrices como el informe del USPSTF.
Un conocido radiólogo, el Dr. Daniel B. Kopans, del Harvard Medical School, Estados Unidos, asegura en que pedirles a las mujeres que esperen hasta los 50 simplemente es un error. Las recomendaciones del grupo de trabajo, asegura, se basan en conclusiones científicas erradas y se deben revisar o retirar. "Sabemos por estudios científicos que la exploración salva muchas vidas, incluso entre las que tienen entre 40 y 50 años", señala.
Pero la USPSTF afirma que su recomendación, que suscitó toda una tormenta de controversias, se basó en datos científicos y evitaría a muchas mujeres cada año preocupaciones y tratamiento innecesarios.
Sin embargo, las directrices dejaron confundidas a la mayoría de las mujeres. La Sociedad Americana del Cáncer continuó recomendando mamografías anuales para las mujeres entre los 40 y los 50 años, y las supervivientes jóvenes de cáncer de mama compartieron historias cautivadoras sobre cómo la exploración salvó sus vidas.
Un problema principal de las directrices es que el USPSTF se basó en métodos incorrectos para analizar los datos de estudios sobre el cáncer de mama, indicó el Dr. Kopans.
El riesgo de cáncer de mama comienza a aumentar gradualmente entre los 40 y los 60 años y después aumenta aún más, asegura el experto. Sin embargo, los datos usados por el USPSTF agruparon a mujeres de entre 40 y 49 años en un solo grupo y mujeres de entre los 50 y los 59 en otro. Y determinaron que las del grupo más joven tenían muchas menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las del grupo de mayor edad.
Eso podría ser cierto, pero decidir que los 50 años sean la edad "correcta" para una mamografía es arbitrario, explica el Dr. Kopans. "Una mujer de 49 años es similar biológicamente a una mujer de 51 años", aseguró. "El cáncer de mama no monitoriza su edad. No hay nada que cambie repentinamente a los 50 años".
Otros problemas con las directrices del USPSTF incluyeron lo siguiente:
- Las directrices citan investigaciones que muestran que las mamografías son responsables de un 15% de reducción de la mortalidad. Es una subestimación. Otros estudios muestran que evaluar a las mujeres entre los 40 y los 49 años puede reducir las muertes hasta en 44%.
- Ahorrarle a las mujeres preocupaciones innecesarias por falsos positivos no es razón suficiente para no evaluar, pues morir de cáncer de mama es un destino mucho peor. "Tomaron la decisión subjetiva de que las mujeres entre los 40 y los 49 años no podrían tolerar la ansiedad de ser llamadas de nuevo por un estudio de exploración cuestionable, a pesar de que cuando se le pregunta a las mujeres que se han sometido a esto, la mayoría se sienten aliviadas de que no había nada mal. Los estudios muestran que regresarán a su siguiente evaluación aún más incondicionalmente", aseguró el Dr. Kopans. "El grupo de trabajo le quitó la decisión a las mujeres. Es increíblemente paternalista".
- La recomendación del grupo de trabajo de evaluar únicamente mujeres de alto riesgo entre los 40 y los 49 años dejará de detectar el 75% de los cánceres de mama que tienen lugar entre las mujeres que no se considerarían de alto riesgo, es decir, que no tienen antecedentes familiares contundentes de la enfermedad y no tienen los genes BRCA1 o BRCA2 que se sabe que incrementan el riesgo de cáncer.
Desde el furor que causaron las directrices, el USPSTF ha replanteado y modificado parte de la redacción original para hacer más claro que la decisión de hacerse una mamografía entre los 40 y los 49 años es "individual", aseguró el Dr. Ned Calonge, presidente del USPSTF.
"Fue una comunicación inadecuada para un grupo que no tenía los conocimientos necesarios", aseguró el Dr. Calonge. "El grupo de trabajo no recomienda las evaluaciones automáticas. Pensamos que el conocimiento de lo que se puede obtener frente a lo que se arriesga es una discusión importante que se debe tener con las mujeres de ese grupo de edad".
Entre las desventajas encuentran pruebas adicionales innecesarias, biopsias, tratamiento que no proporcionará beneficios para la salud y, claro, ansiedad, aseguró.
En cuanto a los beneficios, las mamografías pueden salvar vidas, pero quizá no tantas como creen las mujeres, manifestó el Dr. Calonge. Los estudios muestran que por cada 1.000 mujeres de 40 años vivas hoy, 30 morirán eventualmente de cáncer de mama, agregó.
Comenzar las mamografías a los 50 años y continuarlas cada dos años hasta los 74 años puede reducir en siete esas muertes. En otras palabras, 23 morirán de todos modos de cáncer de mama a pesar de la exploración. Comenzar las mamografías a los 40 años puede reducir una muerte más a 22.
"Está claro que las mamografías son herramientas útiles en la lucha contra el cáncer de mama y que el uso apropiado de estas prevendrá algunas muertes", apuntó el Dr. Calonge. "Sin embargo, la prueba dista mucho de ser perfecta, los beneficios son menores a los que suponen muchos y las mujeres deberían conocer las desventajas".
Tanto el Dr. Kopans como el Dr. Calonge están de acuerdo en que el hecho de que la detección precoz del cáncer de mama no implica necesariamente la prolongación de la vida. Los tumores de cáncer de mama pueden ser sumamente agresivos e incluso la detección precoz no implica una vida más larga. Por otro lado, el Dr. Kopans señaló que algunos tumores se desarrollan de manera extremadamente lenta y quizá nunca causen un problema, incluso si no se tratan. Lo malo es que los médicos no saben cuál tumor es cuál, dijo el experto.
"Es cierto que la mamografía dista mucho de ser perfecta", comentó el Dr. Kopans. "Sin embargo, es la única prueba para el cáncer de mama que tenemos que ha demostrado salvar vidas. En los Estados Unidos, hemos visto una reducción de 30% en los índices de muerte por cáncer de mama desde el comienzo de las evaluaciones por mamografía a mediados de los años 80".
En teoría, el concepto de hablar sobre mamografía con su médico es bueno, según el Dr. Kopans. Sin embargo, las citas para atención primaria generalmente duran menos de 10 minutos, por lo que los médicos no van a hablar sobre ensayos clínicos al azar, agregó. En cambio, dependerán de directrices como el informe del USPSTF.
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