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martes, 20 de julio de 2010

El ganglio centinela es útil en mama tras quimioterapia neoadyuvante



Karla Islas Pieck
Barcelona

La técnica del ganglio centinela se usa desde hace años en las pacientes tratadas con cirugía como primera opción, pero ahora se ha visto que es útil también con quimioterapia neoadyuvante, según un estudio presentado en el la VII Conferencia Europea de Cáncer de Mama.
La técnica del ganglio centinela en el cáncer de mama es útil en las pacientes tratadas con quimioterapia neoadyuvante, según los resultados de un estudio dirigido por Isabel Rubio, coordinadora de la Unidad de Mama del Hospital Universitario Valle de Hebrón, de Barcelona, que ha sido presentado en la VII Conferencia Europea de Cáncer de Mama (EBCC7), que se está celebrando en Barcelona.El estudio ha recogido datos de 75 pacientes con tumores de mama en estadio II tratadas con quimioterapia neoadyuvante y después con cirugía casi en todos los casos conservadora, y se ha podido comprobar que la eficacia de la técnica es comparable a la de los resultados en adyuvancia.
El ganglio centinela se usa con éxito para la prevención de la aparición de linfedema desde hace muchos años en pacientes en estadios iniciales de la enfermedad a las que se les indica la cirugía como primera alternativa terapéutica; no obstante, este trabajo aporta evidencias de que los resultados de la técnica son buenos en aquellas afectadas que deben pasar por el quirófano cuando ya han sido previamente tratados con quimioterapia. Dicha indicación terapéutica está aún en fase de validación, por lo que serán necesarios nuevos estudios en esta dirección para poder incluir la recomendación en las guías de práctica clínica.
La prevención de reacciones adversas de las terapias oncológicas cobra cada vez más importancia, especialmente en tumores de mama, ya que las cifras de supervivencia han aumentado mucho en los últimos años gracias al desarrollo de nuevas terapias más eficaces.
Los pacientes oncológicos tienen cada vez mejor supervivencia, lo que obliga a pensar en prevenir la aparición de efectos adversos.
"Esto ha sido un logro muy importante en nuestro campo, pero ahora tenemos que pensar qué hacer para evitar los efectos secundarios en los pacientes que van a vivir muchos años después de los tratamientos".Rubio, que forma parte del comité organizador del congreso, ha explicado a Diario Médico que los tratamientos neoadyuvantes son el presente y el futuro para determinar marcadores pronósticos y predictivos en cáncer de mama", ya que permiten analizar los efectos y reacciones de las alternativas terapéuticas disponibles.
Otra de las líneas de investigación novedosas en este campo es el estudio de la eficacia de la braquiterapia, que es menos agresiva que la radioterapia, y se espera que con el tiempo reduzca de forma similar el riesgo de recidivas.Además, esta edición del congreso europeo ha incluido una charla divulgativa, abierta al público general, en la que los participantes han podido plantear preguntas sobre diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Isabel Rubio ha explicado que este intercambio de conocimientos también permite que los profesionales conozcan de primera mano las principales inquietudes de la población sobre este tema.

OMNIPRESENCIA DE PARP

La presencia de la proteína poli (ADP-ribosa) polimerasa PARP en los tumores puede ayudar a predecir su respuesta a la quimioterapia, según los resultados de un estudio dirigido por Gunter von Minckwitz, del Hospital de Fráncfort y del Grupo de Mama alemán en Neu-Isenburg. El trabajo concluye que, contrariamente a la creencia actual de que PARP sólo está asociada a un número reducido de tumores, ésta se expresa en todos los subtipos de cáncer de mama, y que esos tumores son muy sensibles a la quimioterapia. "Sabíamos que una nueva clase de fármacos, los llamados inhibidores de PARP, eran eficaces contra los tipos de cáncer agresivos, como los que implican mutaciones de BRCA y el cáncer de mama triple negativo, en el que el tumor no expresa los receptores de estrógeno, progesterona o de HER2. Sin embargo, no sabíamos si la presencia de PARP predeciría la eficacia de esos fármacos".Estos científicos analizaron tejido de 646 pacientes en un ensayo en fase III en neoadyuvancia.

EMBARAZO Y QUIMIOTERAPIA

Las mujeres que desarrollan un tumor de mama durante el embarazo pueden someterse a un tratamiento de quimioterapia sin poner en peligro la salud del feto, según se desprende de los resultados de un estudio que se presenta hoy en la VII Conferencia Europea sobre Cáncer de Mama (EBCC7). El grupo de Sibylle Loibl, profesora adjunta de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Fráncfort, en Alemania, y miembro del Grupo de Mama alemán, ha llegado a la conclusión de que las pacientes con cáncer de mama embarazadas pueden recibir un tratamiento lo más ajustado posible a las recomendaciones estándares, ya que la quimioterapia administrada durante este proceso reproductivo no parece causar problemas significativos en los neonatos durante y tras la gestación. "Hasta ahora, la evidencia en la que basábamos nuestras decisiones sobre el tratamiento de las embarazadas con cáncer de mama ha estado limitada a estudios de casos e investigaciones retrospectivas".

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