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domingo, 7 de agosto de 2011

Mayoría de las portadoras de genes del cáncer optan por cirugía

Un estudio sugiere que las portadoras de mutaciones genéticas que promueven la aparición de los cánceres de mama y ovario optarían por la cirugía para reducir el riesgo de desarrollar esas enfermedades.

Según publica la revista Cancer, los autores estudiaron a 465 mujeres con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que refuerzan significativamente el riesgo de cáncer de pecho y ovario.

Más del 80 por ciento de las mujeres con mutaciones positivas optó por la cirugía para extirpar los ovarios, las mamas o ambos.

"Casi todas las mujeres con esos genes decidieron tomar medidas", dijo el doctor Marc D. Schwartz, del Lombardi Comprehensive Cancer Center en la ciudad de Washington.

El autor principal señaló que "la cirugía profiláctica (preventiva) es una decisión difícil" y que "existía la percepción de que la cirugía para reducir los riesgos, en especial la mastectomía, no era algo por lo que optaría la mayoría de las portadoras de la mutación".

Los defectos de los genes BRCA1 y BRCA2 elevan significativamente el riesgo de desarrollar cánceres de mama y de ovario (hasta el 60 por ciento la posibilidad de tener cáncer mamario y entre el 15 y el 40 por ciento la de tener cáncer ovárico).

La población femenina general de Estados Unidos tiene un 12 por ciento de posibilidad de desarrollar cáncer de pecho y apenas un 1,4 por ciento de tener cáncer ovárico.

Los expertos recomiendan detectar esas mutaciones en las mujeres con antecedentes familiares de ambas enfermedades. Un resultado positivo, es "una recomendación bastante firme" de extirpar los ovarios a los 40 años, indicó Schwartz.

Eso es porque el cáncer de ovario es difícil de detectar precozmente y, por lo tanto, tiene una alta tasa de mortalidad. En una mujer portadora de una mutación de BRCA, la cirugía para extirpar los ovarios reduce un 90 por ciento el riesgo de desarrollar el cáncer y prolonga la vida.

La recomendación de la mastectomía preventiva no es tan concluyente, indicó Schwartz.

La cirugía reduce un 90 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer mamario, pero extirpar los ovarios solamente también es efectivo, ya que reduce a la mitad el riesgo de tener cáncer al eliminar la principal fuente de estrógeno del organismo. A diferencia del cáncer de ovario, el de pecho se puede detectar precozmente.

El 31 por ciento de las 465 participantes del estudio portaba mutaciones de BRCA. Se registraron 100 portadoras que aún tenían los ovarios y dos tercios optaron por la cirugía para extirpar los ovarios y las trompas de Falopio. Y el 37 por ciento de las 108 portadoras que aún tenían una mama optó por la mastectomía.

El panel de expertos estadounidense Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda que las mujeres con ciertos antecedentes familiares de cáncer mamario u ovárico se realicen el análisis para detectar mutaciones de BRCA.

Esos antecedentes incluyen a las mujeres con familiares de primer grado (madre, hermana o hija) con cáncer mamario y un familiar que haya desarrollado la enfermedad antes de los 50 años; con tres o más familiares de primero o segundo grado diagnosticadas con cáncer mamario a cualquier edad, o con dos o más familiares de primero o segundo grado con cáncer ovárico.

Según USPSTF, el 2 por ciento de las estadounidenses reúne los criterios para realizarse un test de mutaciones de BRCA.

Para Schwartz, los resultados "otorgan credibilidad" a la noción de que el análisis de mutaciones de BRCA marca una diferencia en el riesgo de desarrollar los dos cánceres.

La principal limitación del estudio, según dijo, es que a todas las participantes se les realizó el test y recibieron asesoramiento en un solo centro médico. "En el mundo real, los resultados serían distintos", indicó Schwartz.

Los médicos pueden, y cada vez lo hacen con más frecuencia, indicar el análisis genético. Y las mujeres pueden o no recibir la consejería genética recomendada para ayudarlas a decidir qué hacer con los resultados del test.

Y eso no siempre es así. Muchas pacientes reciben un resultado "no concluyente" o "no informativo": no son portadoras de una mutación conocida, pero no se puede descartar la anormalidad genética.

Distinto es el resultado "negativo verdadero", que indica que la mujer no posee las mutaciones que se habían encontrado previamente en un familiar.

Según Schwartz, la consejería genética ayuda a las mujeres con un resultado no concluyente a decidir qué hacer.

Si los antecedentes familiares de cáncer mamario u ovárico son muy sólidos, debería asumirse que existe riesgo genético. En ese caso, también se podría considerar la cirugía preventiva o el control regular con imágenes por resonancia magnética para detectar tumores mamarios.

FUENTE: Cancer, online 29 de junio del 2011

publico

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