El equipo catalán dirigido por Eduard Escrich, profesor del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la UAB, ha descifrado una cascada completa de señales que desencadena el aceite de oliva virgen en la célula tumoral mamaria, y ha concluido que entre sus efectos beneficiosos están implicados una disminución de la actividad del oncogén P21ras, cambios en las proteínas que conducen la señal hasta el ADN, la estimulación de la muerte de las células tumorales y un efecto protector contra el daño del material genético. Estas conclusiones se publican en Carcinogenesis.
Estudios previos, realizados también con modelos animales, han mostrado que una dieta rica en grasas está directamente relacionada con la incidencia del cáncer de mama. Algunos tipos de grasas, sin embargo, tienen un papel protector contra el desarrollo de los tumores: es el caso del aceite de oliva virgen, rico en ácido oleico y en determinados antioxidantes. Se ha demostrado que el consumo regular de aceite de oliva virgen en cantidades moderadas, una característica típica de la dieta mediterránea, está asociado con una baja incidencia de ciertos tumores, entre ellos el de mama, además de tener un papel protector contra las enfermedades cardiovasculares.
La investigación llevada a cabo por la UAB ha descifrado los mecanismos que actúan en la célula tumoral desencadenados por el aceite de oliva, comparados con los que ejerce el aceite de maíz, rico en ácidos grasos poliinsaturados omega-6, que aumenta en cambio la agresividad de los tumores.El aceite de oliva virgen se asocia con una mayor benignidad de los tumores mamarios disminuyendo la actividad del oncogén P21ras.
Además, reduce la actividad de unas proteínas, las AKT, que evitan la apoptosis. Estos efectos hacen que el balance entre proliferación y apoptosis en la célula tumoral resulte a favor de la muerte celular, ralentizando el crecimiento del tumor.Otro resultado es el de protección del ADN del núcleo celular: las células procedentes de animales que seguían una dieta rica en aceite de oliva virgen tenían menos lesiones en su ADN que las que seguían una dieta control.
Los científicos del Grupo Multidisiplinario para el Estudio del Cáncer de Mama de la UAB llevan más de veinte años trabajando para determinar los efectos de las grasas sobre ese cáncer. Este grupo ya había mostrado los efectos beneficiosos del aceite en el comportamiento clínico de los tumores mamarios, y sobre el grado histológico, así como los mecanismos moleculares por los que tienen esos efectos. En 2004 identificó cuatro genes implicados en los efectos de las grasas de la dieta sobre cáncer de mama experimental.
Estudios previos, realizados también con modelos animales, han mostrado que una dieta rica en grasas está directamente relacionada con la incidencia del cáncer de mama. Algunos tipos de grasas, sin embargo, tienen un papel protector contra el desarrollo de los tumores: es el caso del aceite de oliva virgen, rico en ácido oleico y en determinados antioxidantes. Se ha demostrado que el consumo regular de aceite de oliva virgen en cantidades moderadas, una característica típica de la dieta mediterránea, está asociado con una baja incidencia de ciertos tumores, entre ellos el de mama, además de tener un papel protector contra las enfermedades cardiovasculares.
La investigación llevada a cabo por la UAB ha descifrado los mecanismos que actúan en la célula tumoral desencadenados por el aceite de oliva, comparados con los que ejerce el aceite de maíz, rico en ácidos grasos poliinsaturados omega-6, que aumenta en cambio la agresividad de los tumores.El aceite de oliva virgen se asocia con una mayor benignidad de los tumores mamarios disminuyendo la actividad del oncogén P21ras.
Además, reduce la actividad de unas proteínas, las AKT, que evitan la apoptosis. Estos efectos hacen que el balance entre proliferación y apoptosis en la célula tumoral resulte a favor de la muerte celular, ralentizando el crecimiento del tumor.Otro resultado es el de protección del ADN del núcleo celular: las células procedentes de animales que seguían una dieta rica en aceite de oliva virgen tenían menos lesiones en su ADN que las que seguían una dieta control.
Los científicos del Grupo Multidisiplinario para el Estudio del Cáncer de Mama de la UAB llevan más de veinte años trabajando para determinar los efectos de las grasas sobre ese cáncer. Este grupo ya había mostrado los efectos beneficiosos del aceite en el comportamiento clínico de los tumores mamarios, y sobre el grado histológico, así como los mecanismos moleculares por los que tienen esos efectos. En 2004 identificó cuatro genes implicados en los efectos de las grasas de la dieta sobre cáncer de mama experimental.
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