El análisis se basó en 2.818 pacientes con cáncer de mama y en otras 3.111 mujeres que sirvieron de control. "Nuestro principal hallazgo es que un elevado índice de masa corporal a los siete años se asocia con menor riesgo de cáncer de mama posmenopáusico. De hecho, es un factor protector, una vez ajustados otros elementos de riesgo conocidos como la edad de la menarquia, el índice de masa corporal adulto y la densidad de la mama", explica Jingmei Li.
Además, el peso a los siete años también se relacionó con ciertas características tumorales, en concreto con los receptores estrogénicos. Así, un peso elevado a esa edad protegía especialmente contra los tumores con receptores negativos, generalmente de peor pronóstico.
Las mujeres estudiadas clasificaron su corpulencia en la infancia con nueve pictogramas que representaban un rango que iba desde la extrema delgadez (S1) hasta la obesidad mórbida (S9). Los datos se agruparon en tres conceptos: delgadas (S1, S2), normales (S3, S4) y grandes (S5 a S9).
"Podría parecer a priori que un bajo peso en la infancia reduce la probabilidad de cáncer de mama, porque un peso elevado al nacer y un índice de masa corporal alto en la edad adulta son factores de riesgo en ese sentido. Sin embargo, estos resultados plantean cuestiones aún por contestar sobre los mecanismos que explican este efecto protector".
El hallazgo además tiene importantes implicaciones porque, como concluyen los autores, "a partir de la información que podemos obtener de las fotografías de la infancia se puede construir un modelo del riesgo o del pronóstico del cáncer de mama".
Además, el peso a los siete años también se relacionó con ciertas características tumorales, en concreto con los receptores estrogénicos. Así, un peso elevado a esa edad protegía especialmente contra los tumores con receptores negativos, generalmente de peor pronóstico.
Las mujeres estudiadas clasificaron su corpulencia en la infancia con nueve pictogramas que representaban un rango que iba desde la extrema delgadez (S1) hasta la obesidad mórbida (S9). Los datos se agruparon en tres conceptos: delgadas (S1, S2), normales (S3, S4) y grandes (S5 a S9).
"Podría parecer a priori que un bajo peso en la infancia reduce la probabilidad de cáncer de mama, porque un peso elevado al nacer y un índice de masa corporal alto en la edad adulta son factores de riesgo en ese sentido. Sin embargo, estos resultados plantean cuestiones aún por contestar sobre los mecanismos que explican este efecto protector".
El hallazgo además tiene importantes implicaciones porque, como concluyen los autores, "a partir de la información que podemos obtener de las fotografías de la infancia se puede construir un modelo del riesgo o del pronóstico del cáncer de mama".
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